El príncipe Guillermo de Holanda cuenta los detalles de la travesía junto a la argentina Máxima Zorreguieta en un blog personal. El último post habla de la base de Rothera, una estación de investigación inglesa donde han trabajado científicos holandeses. "La base me ha hecho recordar mi tiempo en la Marina donde también existía un ambiente de continua colaboración y respeto", cuenta.
Y agrega: "Nuestro primer día aquí ha valido la pena. Dormir es complicado por la permanente luz del día y además porque la Princesa y yo estamos enormemente emocionados con cada minuto que pasamos en la Antártida".
También descendieron por la grieta de un glaciar haciendo rapel. Cuando ascendieron, fueron sorprendidos con la visión "de un cielo impresionantemente azul". El hijo de la reina Beatriz contó que armar una carpa en territorio polar, donde puede haber vientos de hasta 100 kilómetros por hora, es bastante distinto a acampar en Europa. Sin embargo, la pareja real tuvo suerte: después de una noche sin viento, disfrutaron de un buen desayuno.
La pareja real fue invitada por la Organización Holandesa para la Investigación Científica (NWO) para conocer de cerca el trabajo de los científicos holandeses en la Antártida, según informa la agencia dpa. Además, Guillermo Alejandro también quiso llamar la atención sobre las consecuencias del calentamiento global