La reina de los Países Bajos, Beatriz, anunció hoy su abdicación al Trono a favor de su hijo mayor, el príncipe Guillermo Alejandro de Orange. Tras mucho tiempo de especulación, la reina, que cumplirá 75 años el próximo jueves, continúa la tradición holandesa de "jubilarse" y dar paso a la siguiente generación en el trono. "La responsabilidad sobre nuestro país debe recaer en las manos de nuevas generaciones", dijo en su breve discurso televisado, en el que admitió que éste que es un "buen momento" para dar paso a su hijo.
En su discurso, la reina recordó que este año se cumplen 200 años de la creación del Reino de los Países Bajos, un acontecimiento que, junto a su cumpleaños número 75, la inspiraron a decidirse sobre su renuncia. "Siempre he considerado un privilegio excepcional de una gran parte de mi vida estuviera al servicio de nuestro país", dijo antes de recordar que su fallecido esposo, el príncipe Claus, fue su "gran apoyo" durante mucho tiempo.
En referencia a su hijo y la princesa Máxima, la reina dijo que "están completamente preparados para sus futuras funciones" y que hasta ahora "sirven al país con dedicación, fieles a la Constitución y mantienen todos sus talentos al servicio de la monarquía". "Me siento fortalecida por la idea de que dejar el camino a mi sucesor no significa despedirme de ustedes", le dijo a los holandeses, a quienes agradeció "por la confianza que me han dado en los muchos años hermosos en la que pude ser su reina".
El príncipe Guillermo Alejandro será el primer Rey de este país europeo desde 1890, y tras 123 años de hegemonía femenina: sucesivamente, gobernaron su tatarabuela, Emma (1890-1898), su bisabuela Guillermina (1890-1940), su abuela Juliana (1948-1980) y su madre, cuatro mujeres de fuerte carácter que consolidaron a la monarquía holandesa a través de las grandes crisis del siglo XX. Mientras tanto, su esposa, Máxima Zorreguieta, rompe también varios récords: por primera vez una mujer argentina y latinoamericana será reina de una nación europea.
En 1980, Beatriz se convirtió en la sexta reina de la Casa de Orange tras la abdicación de su madre, la reina Juliana, que fue soberana durante 31 años, pero ahora, a diferencia de su madre -que tenía 73 años y problemas de salud mental cuando cedió el cargo- Beatriz tiene muy buena salud. Sin embargo, se indica como uno de los grandes motivos de su abdicación el estado de salud de su segundo hijo, el príncipe Johan Friso, que está en coma desde que el año pasado fue sepultado por una avalancha de nieve mientras esquiaba.
La Constitución holandesa indica que los reyes de Holanda no son "coronados" sino "investidos" del poder real, y este traspaso se realiza en tres etapas. La primera tiene lugar en el Salón de los Corregidores del Palacio Real la ciudad de Ámsterdam, donde, en presencia del primer ministro, ministros y escribanos, así como de los príncipes Guillermo y Máxima, la reina Beatriz anunciará al gobierno su abdicación y firmará los documentos concernientes. En ese momento, Guillermo Alejandro se convertirá en "Guillermo IV, Rey de los Países Bajos, Príncipe de Orange Nassau". Acto seguido, desde el balcón del palacio, Beatriz dará un discurso de despedida al pueblo holandés.
La segunda parte de la investidura real se celebrará a escasos metros del palacio, en la Catedral Nueva (Nieuwe Kerk), donde Guillermo de Holanda se casó con Máxima Zorreguieta el 2 de febrero de 2002. A pesar de celebrarse en una iglesia, la ceremonia tiene carácter político: el nuevo rey accede a la iglesia utilizando la tradicional "Capa Real", que curiosamente no es la original. Aquella fue robada por un modisto en 1948, con el propósito de restaurarla para la coronación de la reina Juliana, pero confeccionó una de menor calidad y se quedó con la verdadera, que databa del siglo XIX.
Ante los Estados Generales (el Parlamento holandés), un ejemplar de la Constitución y la Corona Real, Guillermo IV deberá prestar juramento siguiendo las normas que se establecieron en 1814, con la llegada del primer rey holandés. A pesar de estar presentes en la ceremonia, como emblema del poder de la Monarquía, las "Regalías Reales" -una corona, un cetro, un orbe y una espada- no son nunca utilizadas por el rey o la reina.
Las ceremonias concluirán con Guillermo y Máxima dando un paseo por Ámsterdam en la "Carroza de Oro" que utilizaron en su casamiento, y que se usa cada año durante la apertura del Parlamento en La Haya. Este curioso medio de transporte, regalado en 1898 a la reina Guillermina, inspiró a Walt Disney para la creación de la carroza de Cenicienta y representa acaso el único símbolo de ostentación de la monarquía holandesa, alabada por su sencillez.
Holanda prepara para el 30 de abril un dispositivo de seguridad (para proteger a la Familia Real y a las personalidades extranjeras) que promete ser impresionante. Aparte de la Guardia Real (“Marechausee”) que acompañará a los reyes en la Carroza de Oro, la Caballería Real y la policía motorizada, tropas de elite -helicópteros, francotiradores, agentes civiles y perros adiestrados- se entrenarán a fondo para repeler cualquier intentona terrorista, así como cualquier acto de violencia terrorista.
Según una norma especial del Parlamento holandés en 2011, la princesa Máxima será "Reina" desde el momento de la abdicación de su suegra, y en el caso de que Guillermo Alejandro se viera invalidado para reina o falleciera mientras su hija mayor (la princesa Catalina Amalia) fuera menor de 18 años, el Parlamento podría validar a Máxima como Regente, un jefe de Estado en funciones.
Fin de una época. Beatriz de Orange-Nassau, nació en Soestdijk el 31 de enero de 1938, hija mayor de la entonces princesa Juliana y del príncipe Bernardo de Lippe-Biesterfeld, gran amigo de Juan Domingo Perón y de Evita. En 1966 causó una gran controversia al contraer matrimonio con un alemán, Claus von Amsberg, que había pertenecido a las Juventudes Hitlerianas.
Los holandeses tardaron muchos años en aceptar a Claus a pesar de su pasado nazi, pero su dedicación y ayuda a la reina Beatriz terminaron convirtiéndolo en uno de los miembros más amados de la realeza holandesa hasta su muerte, en 2002.
En el instante en que deje la corona, Beatriz de Holanda pasará de "Reina" a "Princesa", en una tradición iniciada por nsu abuela, Guillermina, cuando se retiró en 1948. Aplaudida por su profesionalidad como jefa del Estado, Beatriz de Holanda se jubila con mucha popularidad y sabiendo que deja el trono en buenas manos.
(*) Especial para Perfil.com