Los medios de comunicación nortemaericanos se mostraron divididos hoy al momento de analizar el acuerdo de apertura diplomática anunciado por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro que posibilitará a Cuba abrir sus fronteras después de medio siglo de embargo. Las críticas estuvieron centradas en que esta medida implica un auxilio económico para la Isla mientras que otros matutinos elogiaron la “valentía” de los mandatarios para terminar con el último capítulo de la Guerra Fría.
Los que mejor expresaron ambas posturas fueron los diarios The New York Times y The Washington Post, que publicaron sus editoriales en inglés y en español con conclusiones completamente opuestas. Para el matutino neoyorkino, "Obama actuó con valentía, haciendo todo lo que está a su alcance, mientras sigue en vigor una retrógrada ley aprobada en 1996 que impone estrictas sanciones a la isla en busca de un cambio de régimen". Más aún, el Times celebró “el pragmatismo” de Raúl Castro.
Desde la vereda de enfrente, The Washington Post acusó a Obama de dar "al régimen de Castro en Cuba un rescate inmerecido". Y explicó: "Un resultado similar al de Vietnam es lo que los Castro están esperando: multitud de turistas e inversión empresarial estadounidense que permitirán al régimen mantener su sistema totalitario indefinidamente. Obama puede seguir afirmando que ha desmantelado una política fallida de más de 50 años; lo que ha hecho realmente es darle a un régimen fracasado 50 años de nueva vida".
Una visión similar imprimió el influyente diario Wall Street Journal, el mismo que eligió el senador y posible presidenciable republicano y principal detractor del acuerdo con La Habana, Marco Rubio, para publicar una virulenta columna de opinión.
Por su parte, uno de los emblemas del exilio cubano en el sur de Estados Unidos,el diario El Nuevo Herald, evitó en su editorial sacar una conclusión, positiva o negativa, sobre el golpe de timón y, en cambio, planteó una pregunta que, para ellos, será respondida a su debido tiempo.
"¿La normalización de las relaciones dará lugar a cambios profundos en Cuba, con más derechos y libertades para el pueblo? ¿O el cambio en la política norteamericana le dará oxígeno a un régimen que observa con temor el debilitamiento de su padrino económico, Venezuela?", se preguntaron.
En tanto, el matutino Miami Herald, símbolo del anticastrismo en el país, sostuvo que la decisión podría traer muchos beneficios económicos a los sectores empresariales de Florida, que están muy vinculados a la comunidad cubana-estadounidense.
Por su parte, el Diario Las Américas, de Miami, destacó en una de sus crónicas que en la histórica Calle 8, donde ayer se concentraron dirigentes y exiliados anticastristas para protestar contra la decisión de Obama, "parecía haber más gente de los medios que manifestantes".