afp
Ciudad de México
Mientras crece la ola de indignación ciudadana en México por el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, la Procuraduría General de la República (PGR) informó ayer el arresto de César Nava González, ex subdirector de la policía de Cocula, en el sureño estado de Guerrero, acusado de integrar el cartel narco Guerreros Unidos y de haber entregado a los normalistas a esa organización criminal para que los ejecutara y eliminara sus restos.
La PGR indicó en un comunicado que Nava González estaba prófugo desde los días posteriores a los hechos del 26 de septiembre, cuando la policía de Iguala atacó brutalmente a estudiantes de magisterio de la localidad de Ayotzinapa. El saldo de aquella represión fue de seis muertos, 25 heridos y 43 desaparecidos. Según las investigaciones, los normalistas fueron entregados a Guerreros Unidos por agentes policiales en el vecino municipio de Colula. Semanas después, dos sicarios testimoniaron que los estudiantes habrían sido asesinados en un basural y sus cuerpos, calcinados y arrojados al río en bolsas.
Las autoridades de la Procuraduría afirmaron que Nava González, jefe policial y al mismo tiempo miembro del cartel narco, se había escondido primero en el Distrito Federal y luego en Colima, donde lo detuvieron. El arrestado enfrenta cargos por los delitos de delincuencia organizada y secuestro en agravio, ya que se sospecha que fue él quien entregó al grupo de normalistas a sus verdugos. Nava González quedó detenido en una cárcel de Jalisco.
Según Vidulfo Rosales, abogado de los padres de los jóvenes, Nava González confesó que la noche del 26 al 27 de septiembre, cuando aún ocupaba su cargo, respondió a un llamado del jefe de la policía de Iguala, Felipe Flores Velázquez, para que lo ayudara a hacer desaparecer a los normalistas. El reo afirmó que aquella noche se trasladó de Cocula a las celdas de la comisaría de Iguala para sacar de allí a los estudiantes, llevarlos a un lugar en la entrada de su municipio y entregarlos a integrantes de Guerreros Unidos.
Ayer, los familiares y estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa discutían sus estrategias para continuar la lucha en los tribunales judiciales y para encontrar a los desaparecidos, luego de que el viernes las autoridades no ofrecieron ningún avance en la investigación. La desaparición de “los 43” desató la peor crisis de gestión para el presidente Enrique Peña Nieto, tal como se vio el viernes, cuando miles de personas se movilizaron para rechazar la deficiente respuesta del gobierno federal ante el caso.