La tormenta, que inició en la madrugada de hoy su paso por la península de Yucatán como categoría cinco (vientos de más de 249 kilómetros por hora) seguirá perdiendo fuerza en su travesía por el sureste de México.
A pesar de ello, seguirá siendo un huracán cuando cruce al Golfo de México, según el NHC. El organismo con sede en Miami anunció que las crecidas de las aguas y las olas reducirán su nivel a lo largo de hoy en la costa este de Yucatán.
"Dean" alcanzó la costa mexicana cerca de Chetumal, la capital del estado de Quintana Roo, sin afectar de manera directa la zona turística de Cancún. Los pronósticos indican que el ojo del ciclón tardará unas ocho a diez horas en cruzar la península de Yucatán y salir al Golfo de México.
El paso de Dean por el Caribe ya ha provocado nueve muertos, decenas de heridos, miles de evacuados, destrozos millonarios e inundaciones. Se trata del primer huracán que llega a tierra en la presente temporada, que se extiende desde junio a noviembre en el Atlántico norte. Por su parte, Jamaica intentaba recuperarse del paso de Dean que alcanzó el sur de la isla dejando un muerto, árboles arrancados que cortaban las calles, y amplias zonas inundadas por las enormes olas en las áreas costeras.
Las nueve las muertes causadas por el poderoso huracán a su paso por el Caribe se registraron, cuatro en Haití, dos en Martinica, dos en República Dominicana y uno en Jamaica. "Dos personas fallecieron en el sur de Haití y dos en el suroeste, mientras que se han reportado una veintena de heridos en todo el país", declaró Dieufort Delorges, vocero de Protección Civil. Numerosas casas fueron destruidas por las fuertes lluvias caídas en las regiones costeras de Haití. Y más de 2.000 personas han resultado afectadas, indicó el portavoz.
Los jamaiquinos se encontraron con las escenas de la devastación cuando salieron de sus casas, agotados, sin dormir, y aún con el zumbido de ráfagas de viento y lluvia en sus oídos. El gobierno declaró el estado de emergencia en el país por 30 días y otorgó a las fuerzas policiales poderes más amplios luego que se desataran saqueos, anunció la primera ministra jamaiquina Portia Simpson Miller.
Las calles de la capital jamaiquina estaban llenas de residuos y escombros que dejó el huracán por todos lados. Arboles arrancados, trozos de maderas, pedazos de techos, postes de luz caídos y cables cortados se esparcían por Kingston. En las zonas bajas los autos quedaron tapados por el agua sucia, y junto a una casa derrumbada quedaron los restos de un bote que se soltó de su amarre.
Las comunicaciones desde y hacia la isla eran dificultosas este lunes, con la mayoría de las líneas telefónicas cortadas en el este del país, la zona más castigada.
Fuentes: AFP y DPA