El público televidente sigue en directo los fuertes discursos de ambos candidatos, el Republicano John Mc Cain y el Demócrata Barack Obama. Si bien las encuestas favorecen a éste ultimo por nueve puntos (51 % vs. 42 % según marcan distinos sondeos), el septuagenario Mc Cain no se rinde y acompañado por Sarah Palin, promete seguir luchando hasta el final.
En un acto el lunes por la mañana en Virginia Beach, al sur de Washington, Mc Cain fue ciertamente enfático. “Lo que Estados Unidos necesita es alguien que sea un luchador. Yo sé lo que es la desesperanza. Yo voy a pelear” afirmó frente a una multitud, haciendo recordar tácitamente sus terribles años de prisionero de guerra en Vietnam. Y continuó “No podemos pasar los próximos cuatro años igual como fueron los últimos ocho, esperando que cambie la suerte. Nuestros problemas empeoran, nuestros enemigos miran. Tenemos que actuar. Nos quedan 22 días y estamos 6 puntos abajo”.
Ya también había estado en Minnesota el fin de semana, donde en un debate con preguntas y respuestas del público tuvo que calmar varias veces los ánimos. “Obama es un decente hombre de familia. Sólo que yo tengo diferencias con él”, le dijo Mc Cain a una mujer que enojadísima le planteaba que Obama es árabe (algo que Obama ha negado varias veces) y que no se podía confiar en él. Por supuesto que cada vez que Mc Cain trataba de calmar a su gente, los gritos continuaban y los insultos también contra Obama, abucheando a Mc Cain también al intentar callarlos.
Por su parte Obama ayer en el Estado de Ohio hizo conocer lineamientos de sus futuros planes para la clase media. “Todo mi plan empieza con una palabra y esta es Trabajo”. Para seguir, “Necesitamos un plan de rescate que incluya reducciones de impuestos para las empresas que den trabajo los próximos dos años y una moratoria de 90 días para aquellos que no han podido pagar sus casas y hayan obrado en buena fe”, y continuó “El gobierno y la Reserva Federal deben ayudar a las ciudades que tienen problemas”. Luego dijo que este plan es urgente y que el Congreso debería aprobarlo cuanto antes. “Será lo primero que proponga apenas asuma como Presidente”, finalizando con “Si han podido ayudar al sistema financiero tan rápidamente es hora de que ayuden ahora a la clase media”.
Mientras los equipos de campaña debaten estrategias para esta recta final, se sabe que éste último debate, a llevarse a cabo este miércoles por la noche en Universidad de Hofstra de Hempstead, Estado de New York, va a estar centrado primordialmente en temas económicos, en los futuros planes sociales, la educación, el medio ambiente y la política de inmigración. Será moderado por el veterano de la CBS, Bob Schieffer, que ya ha asegurado que quiere un debate fuerte y profundo. “Presionaré a los dos para que los temas sean tratados sin vueltas, y si no me responden, volveré a preguntar” afirmo Schieffer a un noticiero.
Si bien la campaña tuvo aristas agresivas intensas durante el fin de semana, los candidatos Republicanos evitan ahora encender los ánimos. Pese a ello, distintas agrupaciones civiles y algunos congresistas Demócratas han dicho que varios discursos previos -que siempre se hacen antes de la aparición de los candidatos-, han tenido connotaciones despectivas y raciales. También ha sido Obama acusado por los Republicanos (en campañas de TV y en actos públicos) de tener conexiones con algunos líderes izquierdistas radicales que se opusieron con actos violentos a la Guerra de Vietnam, allá por los años 60s. El clima es áspero, mucho más cuando se percibe que Obama lleva la delantera.
(*) especial para Perfil.com