Agencias
Desde Katmandú
El terremoto fue devastador. Dejó más de 1.400 muertos en Nepal, medio centenar en otros países, cientos de heridos y varios edificios destruidos. Con una magnitud de 7,8, el sismo de ayer tuvo su epicentro entre la capital del país asiático, Katmandú, y la ciudad de Pokhara.
Los rescatistas de la región afirman que la cifra de víctimas podría aumentar, ya que muchas se encuentran atrapadas bajo los escombros. Fuentes locales aseguran que fue el peor terremoto que sacudió el país en ochenta años. El temblor se sintió también en la vecina India y hasta en Pakistán, Bangladesh, Tíbet y el monte Everest, donde se reportaron más de treinta víctimas fatales por una avalancha. También se sintió con intensidad en China, donde dejó casi una docena de muertos.
En la capital nepalesa, las construcciones derribadas eran en su mayoría muy antiguas, como templos y monumentos; entre ellas, la torre Dharahara, un importante atractivo turístico, que se convirtió en escombros. El monumento, al que se podía subir desde hacía una década para admirar las vistas de la ciudad, se desplomó causando la muerte a decenas de personas. También se destruyó por completo la plaza de Pathan Durbar, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, por sus antiguos templos hindúes de madera.
“Estaba arreglando una máquina en casa cuando comenzó a templar. Simplemente huí, pero el muro se me cayó encima”, relató Mohan Gurung, un sobreviviente, desde Katmandú. Luego del terremoto en Nepal, se registraron al menos veinte réplicas de entre 4,2 y 6,6 grados en la escala abierta de Richter.
Los hospitales del país, de 28 millones de habitantes y uno de los más pobres del mundo, estaban completamente saturados y no dejaban de solicitar donaciones de sangre. Las tareas de rescate y auxilio se veían dificultadas por los daños sufridos en las comunicaciones y en la red eléctrica del país. El gobierno advirtió nuevos cortes de luz, que se sumarían a los que ya se padecen normalmente.
Ayuda internacional. Ante la magnitud del desastre, el gobierno nepalés declaró crisis nacional y estableció un fondo para la reconstrucción de infraestructuras. Además, diversos países enviaron equipos de rescate, médicos, insumos y dinero.
El gobierno estadounidense anunció el envío inmediato de un equipo de expertos en respuesta a catástrofes y la donación inicial de un millón de dólares en ayuda para responder a las primeras carencias.
India mandó un avión militar con tres toneladas de suministros y un equipo de respuesta. Funcionarios indios agregaron que llegarán tres aviones más, con más equipos de rescate y un hospital móvil.
Por su parte, la Unión Europea anunció que estudia dar ayuda financiera. Israel y China remitieron un equipo de rescate y búsqueda; Estados Unidos también informó el envío de un grupo de respuesta ante desastres y US$ 1 millón de ayuda inmediata. Tanto el presidente de Francia, François Hollande, como el mandatario del Reino Unido, David Cameron, se mostraron dispuestos a responder a cualquier solicitud de asistencia.
“Esta es una situación de emergencia humanitaria que requiere un esfuerzo de ayuda coordinada a nivel internacional “, indicaron expertos humanitarios.
El papa Francisco también expresó su “solidaridad con todos los afectados” por el terremoto, mediante un telegrama enviado en su nombre por el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin.