Los Angeles - Nuevos incendios estallaron este lunes en el sur de California (oeste), donde impera el estado de emergencia a causa de fuego que ha dejado un muerto y provocó la evacuación de cientos de miles de personas desde Los Angeles hasta al frontera con México. Al menos 13 incendios a lo largo del sur de California tienen en alerta máxima a la población y en la lucha a miles de bomberos que intentan contener las llamas en pésimas condiciones meteorológicas. "Es un momento trágico para California. Los devastadores incendios mataron a una persona e hirieron a cuatro bomberos", dijo el gobernador Arnold Schwarzenegger, quien ordenó el lunes movilizar a 1.500 miembros de la Guardia Nacional para colaborar en las operaciones tras decretar el domingo el estado de emergencia.
Schwarzenegger reclamó al Pentágono la movilización de aviones militares transformados en bombarderos de agua, mientras que los Estados vecinos de Nevada y de Arizona fueron contactados para refuerzos. Las autoridades del condado de San Diego ordenaron la evacuación de 250.000 personas amenazadas por las llamas cerca de sectores residenciales. Esta cifra podría crecer, dado que el sherif del condado indicó haber contactado 194.600 viviendas para pedir a sus ocupantes que salgan.
Y es que uno de los focos más impresionantes está al este de San Diego, cerca de la frontera con México, que dejó el domingo un muerto y 17 heridos, entre ellos cuatro bomberos. Miles de bomberos tratan de controlar las llamas de incendios que han
quemado más de 36.500 hectáreas en el sur del Estado, mientras prevén temperaturas por encima de los 30 grados y fuertes vientos, indicó la agencia intergubernamental de incendios (NIFC).
"Los bomberos y las fuerzas del orden consideran que los recursos solicitados hasta ahora han sido razonables", dijo el administrador del condado de Los Angeles, Zev Yaroslavsky, pero advirtió que los incendios están lejos de "darse por terminados". Más al norte, se pidió la evacuación de los 36.000 habitantes de la ciudad de Ramona, 50 km al noreste de San Diego, a causa de un incendio que se unió a otro el lunes, cuando ambos reducían a cenizas una superficie de 4.000
hectáreas.
En el condado de Orange, entre San Diego y los Angeles, un incendio de 1.600 hectáreas se estaba produciendo cerca de la ciudad de Irvine. Las autoridades indicaron que este último es un incendio criminal. Otros dos incendios se produjeron en el desierto al norte de Los Angeles en una superficie total de 11.000 hectáreas, donde tres personas resultaron heridas y cientos tuvieron que ser evacuadas. En Malibu, la ciudad de las estrellas -a 30 km al oeste de Los Angeles-, otro incendio espectacular seguía el lunes devastando más de 1000 hectáreas y amenazaba a unas 400 casas en las colinas.
Además, irónicamente, las llamas estaban a pocos metros de la estación de los bomberos de este lugar. Unas 1.500 personas tuvieron que ser evacuadas de la zona el domingo, cuando entre las mansiones perjudicadas figuró la del director de "Titanic" James Cameron y de la actriz de "Grease" Olivia Newton-John. Siete edificaciones, entre ellas una mansión estimada en unos 17 millones de dólares que acababa de venderse, se redujo a cenizas en este siniestro aparentemente provocado tras la caída de un cable de alta tensión. Las llamas atizadas por ráfagas de vientos de más de 110 km/h, bajaron incluso hasta la mítica ruta que bordea la costa del Pacífico entre Los Angeles y San Francisco, donde se tuvo que bloquear la circulación el lunes.
Los incendios se producen mientras en todo el sur de California prevalece la alerta roja a raíz de los fuertes vientos y
temperaturas más altas de lo normal. El año 2007 fue el más seco en Los Angeles desde que en 1877 empezaron a medirse la precipitaciones. California es víctima de espectaculares incendios cada año por su clima mediterráneo y desértico. En 2003, al menos 22 personas murieron por el fuego que destruyó 3.000 casas y dejó en cenizas unos 3.000 km2.
Fuente: AFP