El marroquí Jamal Zougam, uno de los tres presuntos autores materiales de los atentados islamistas de Madrid del 11 de marzo de 2004 negó hoy pertenecer a Al Qaeda o a cualquier otra organización terrorista, y condenó los atentados en la estación de trenes de Atocha.
"Condeno este ataque rotundamente. No estoy de acuerdo con este atentado ni con ningún atentado que acabe con la vida de personas inocentes por motivos religiosos o políticos", contestó Zougam en respuesta a una pregunta de su abogado.
El acusado, cuyo interrogatorio se reanudó hoy después que el viernes pasado afirmara que estaba "cansado", se negó a responder a las preguntas de las acusación.
Zougam, para el que la fiscalía reclama 38.654 años de cárcel por su supuesta implicación en los atentados de Madrid, en los que murieron 191 personas, negó también pertenecer a Al Qaeda o a su "filial" el Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), movimiento salafista que la justicia española vincula con el 11-M.
"No, no pertenezco a Al Qaeda", "No, no pertenezco al GICM", afirmó Zougam, negando de la misma manera su pertenencia a otros grupos islamistas, desgranados por su defensa.
Este marroquí, de 34 años, dijo no ser parte de la organización separatista vasca ETA, que algunos sectores conservadores españoles consideran que podría estar detrás del comando islamista que perpetró los ataques de Madrid.
Zougam achacó su detención y su implicación en el caso a una "venganza" de la policía española, por negarse a ser un confidente de las fuerzas de seguridad. "Entendí que era una venganza porque yo no tenía nada que ver con estos atentados", afirmó Zougam, tras explicar que después de su detención el 13 de marzo de 2004 fue visitado por el policía que le había propuesto ser un confidente.
"¨¿Te acuerdas de mí? Si hubieras colaborado con nosotros, ahora no estarías aquí", relató Zougam, que le dijo el policía.
Este marroquí regenta con otros dos socios un locutorio en el madrileño barrio de Lavapiés, de donde, salieron las tarjetas SIM de los teléfonos móviles que sirvieron para detonar las bombas en los trenes suburbanos. Zougam negó que fuera el suministrador de las tarjetas porque no tenía acceso a las mismas, según él.
"En esas tarjetas no he tenido ninguna intervención", dijo Zougam, recordando que era uno de sus socios, quien "tiene todas las tarjetas en su casa. Yo no habría podido dar las tarjetas", sin que se enterara su socio.
El viernes pasado, el acusado, del que no se ha logrado conseguir ningún rastro biológico en ninguno de los lugares claves del caso, había negado haber podido participar en los atentados de Madrid porque se "encontraba durmiendo" cuando ocurrieron los hechos a primera hora de la mañana.
Tras su declaración, comparecerán ante el tribunal el marroquí Abdelmajid Bouchar y el sirio Basel Ghalyoun, otros dos supuestos autores materiales.
Fuente: AFP