La irlandesa Marie Collins fue abusada sexualmente por un sacerdote cuando era niña. En su adultez, se convirtió en una referente del activismo contra la pedofilia en la Iglesia Católica y, por invitación de Francisco, integró la Pontificia Comisión para la Protección de Menores del Vaticano. Hace dos semanas. Collins renunció a su puesto porque dijo no tolerar más las “vergonzosas” resistencias que el trabajo de la comisión enfrentó en la curia romana.
Su portazo fue un golpe para el propio Jorge Bergoglio, en un momento en el que, además, algunas víctimas lo cuestionan por haber rebajado las sanciones canónicas contra algunos curas abusadores, tal como informó este diario la semana pasada. En un diálogo vía e-mail con PERFIL, Collins volvió a cuestionar a los miembros de la Iglesia que se niegan a “proteger a los niños” y, aunque respaldó a Francisco, dijo haberse sentido “decepcionada” por su reciente decisión.
—¿Por qué renunció?
—Renuncié porque hay hombres en el Vaticano que todavía no cambiaron y no ven la protección de los niños como una prioridad.
—¿Qué opina de que el Papa haya reducido las sanciones contra curas abusadores?
—Estoy decepcionada con que el Papa haya reducido las sanciones a algunos perpetradores. Debe ser doloroso para las víctimas de esos hombres. Sin embargo. mi principal preocupación es que ningún abusador vuelva a estar en una posición que ponga a los niños en peligro. No creo que el Papa haya hecho esto ya que ninguno de estos hombres ha sido devuelto al ejercicio del ministerio.
—Francisco dijo recientemente que la pedofilia “es una enfermedad”...
—No creo que la pedofilia sea una enfermedad, pero no soy médica. Sé que no importa lo que hace que los hombres sean sexualmente atraídos por los niños: siempre tienen la posibilidad de resistirse a actuar según sus impulsos.