San Pablo - Una novia frustrada presentó en un juzgado del norte de Brasil un reclamo de indemnización por 60 salarios mínimos contra un sacerdote que se había comprometido a conducir la ceremonia de su casamiento, pero no asistió al evento, según informó la agencia noticiosa Estado.
Marcela de Lima Ferreira acudió al juzgado de Castanhal (interior del estado de Pará) para exigir una indemnización de 22.800 reales (11.132 dólares al cambio del día) por daños y perjuicios morales sufridos al suspenderse su boda, fijada el 25 de febrero de 2006, dijo la agencia.
El hecho generó un inédito diferendo legal porque la novia argumentó que no tuvo aviso del padre español Diego Arroyo, y ello le obligó a realizar la ceremonia en otra iglesia, con varios perjuicios. "Con lo que ese padre hizo conmigo, él es más pecador que cada uno de nosotros", sostuvo Lima.
La novia dijo que finalmente logró concretar su boda en otra parroquia, aunque no exenta de problemas, pues debió esperar más de dos horas para ajustar la documentación y además el cura sustituto vetó una banda musical que había escogido con su pareja para celebrar la ocasión.
"Lo que esperaba que fuera el día más feliz de mi vida acabó siendo una angustia y un horror", afirmó la joven.
Arroyo alegó que hubo "un error y confusión" derivada de una falla administrativa y de un diferendo interno entre dos movimientos de la Iglesia, mientras su defensa señaló que Lima actuó con "mala fe" para obtener lucro. El caso será juzgado en una audiencia fijada para el 30 de abril.
Fuente: AFP