La policía reprimió un intento de manifestantes independentistas de ingresar a las sedes de Gobierno en Barcelona y otros lugares de Cataluña, como Girona, en el marco de las masivas protestas contra las condenas a los que promovieron el “próces”.
Según reflejó El País de España, más de 40 mil personas rodearon la Generalitat, la sede de la presidencia de Cataluña, pero la policía disuadió a los manifestantes y detuvo a dos personas. La tensión es permanente y los organizadores de las marchas aseguran que seguirán en las calles contra las sentencias que recibieron exfuncionarios catalanes por el intento independentista.
La policía cargó contra unos cientos de los manifestantes, de acuerdo a la información que replicó AFP, entre ellos muchos jóvenes con la cara tapada, que lanzaron botellas, petardos y bengalas e incluso hicieron fogatas frente al cordón de seguridad montado frente al edificio.
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En la televisión regional mostraron también cargas policiales en la protesta en Tarragona, 100 km al suroeste. Antes se habían interrumpido vías férreas y numerosas carreteras, entre ellas la autovía AP-7 que conecta España con Francia y la A-2 entre Barcelona y Madrid.
“Es imparable la movilización, esto va a seguir”, dijo Javier Martínez, un empleado de banca de 60 años en la protesta de Barcelona. “Hay que intentar forzar que haya un diálogo y que el Estado se siente a hablar”, agregó.
“Ahora mismo no veo posible un referéndum pero para eso tenemos que estar en la calle, para que pueda ocurrir”, sostuvo unos metros más allá Gemma Gelpí, de unos 60 años.
MC EA