Las autoridades griegas pidieron este miércoles la ayuda de Interpol para identificar a María, la niña rubia de ojos verdes, encontrada el 16 de octubre en un campamento de gitanos en Farsala (centro de Grecia), anunció la organización internacional en un comunicado.
Esta búsqueda se efectúa especialmente a partir del perfil ADN de la niña, de edad aún indefinida, que fue comunicado por "nota amarilla" a todos los países miembros de Interpol, precisó el organismo a la agencia AFP.
La justicia griega inculpó el lunes por "secuestro" a la pareja de gitanos que se hacían pasar por los padres de la niña. Se había calcudado en un primer momento que la menor tenía 4 años, pero un análisis dentario arrojó que podría tener hasta 6.
La decisión judicial de la detención y procesamiento fue tomada tras la oleada de indignación que provocó el descubrimiento por la policía de esta misteriosa niña rubia de ojos verdes que vivía con la pareja inculpada. Tras realizar pruebas de ADN quedó demostrado que no tenían parentesco alguna con la pequeña.
Las versiones sobre cómo la pareja de gitana se apropió de María. El anuncio de la decisión judicial se produjo después de que el hombre, de 39 años, y la mujer, de 40, declararan ante un juez de instrucción del tribunal correccional de Larissa, indicó el abogado. El hombre que se hacía pasar por el padre de la niña afirmó que la madre y el padre biológico de la menor, un gitano búlgaro, les entregaron a la pequeña cuando acababa de nacer, según la agencia de noticias griega ANA.
Otra versión que trascendió en los medios locales, señala que los gitanos habrían pagado 1.000 euros por la compra de la menor. Mientras tanto, la ONG se encarga de la tutela de María, asegura que las llamadas con pistas sobre el origen de la niña no cesan. A la par, según recogió el diario británico Daily Mail, el supuesto padre adoptivo, Hristos Salis, de 39 años, culpó a su esposa de "tomar" a la nena. "Le dije a mi mujer que no quería tener a María en casa, era como tener una bomba adentro", dijo Salis.
Según el testimonio de Salis, recibió en 2009 un llamado de su mujer en la que le explicaba que había una pareja búlgara que no quería a su hija. Allí fue cuando le dijo que no quería poner "una bomba en su casa". "Fue una adopción que no era exactamente legal, pero se llevó a cabo con el consentimiento de la madre", dijo Constantinos Katsavos, uno de los abogados que representa a Salis.
El estado actual de la menor. La difusión de la foto de la niña por la policía provocó miles de llamadas telefónicas y de mensajes electrónicos de parientes o de allegados de niños desaparecidos, en Grecia y en el extranjero. Hasta ahora más de 8.000 personas, desde Estados Unidos hasta Suecia, se comunicaron a la ONG que está cuidando a María para ofrecer pistas o en busca de sus hijos perdidos. En base a sus características, la Policía cree que María, que apenas habla unas palabras de griego y solo habla en romaní, es del este o el norte de Europa. La psicóloga de la organización Sonrisa del Niño reveló que María tiene problemas de comunicación pero se la ve "contenta".
"En contraste con el primer día, cuando estaba en estado de shock, María está ahora completamente tranquila y parecería no extrañar a su familia", ha indicado. "Siente nuestro apoyo y calor" y no ha pedido ver a ningún miembro de su antigua familia, precisó.