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Desde Pretoria
Con una gira por Africa marcada por la salud de Nelson Mandela, el presidente estadounidense, Barack Obama, se reunió ayer con miembros de la familia del estadista sudafricano, hospitalizado en estado crítico en Pretoria. El encuentro privado tuvo lugar en la sede de la Fundación Mandela en Johannesburgo, en momentos en que el líder de la lucha contra el apartheid sigue “crítico pero estable”.
Obama –que mañana parte a Tanzania– también se comunicó con la actual esposa del Premio Nobel de la Paz de 1993 y le transmitió su “apoyo”, según informó la Casa Blanca. “Me siento honrada por el mensaje de Barack Obama y de su esposa Michelle, que ya transmití a Madiba”, indicó Graça Machel.
El entorno del presidente estadounidense había afirmado que no visitaría a Mandela en el hospital pero se reuniría con su esposa y miembros de la familia “en privado”, para transmitirle “apoyo en este momento difícil”.
Quien otra vez fue el encargado de informar sobre el estado de salud de Mandela fue el presidente sudafricano Jacob Zuma. “Sigue en estado crítico pero estable, por lo tanto nada ha cambiado. Pero esperamos que mejore. Esperamos que salga muy pronto del hospital”, declaró.
En tanto, Obama sostuvo que el líder sudafricano es una “fuente de inspiración para el mundo”. “El triunfo de Nelson Mandela y de esta nación hablan de algo muy profundo en el espíritu humano. Hubo momentos difíciles que pusieron a prueba su fe en la humanidad, pero nunca se rindió”, proclamó el estadounidense. Obama se reunió con Mandela en 2005 cuando era senador y desde entonces no pudieron verse de nuevo, debido al deterioro de la salud del estadista africano.
Evocando una y otra vez a la figura de Mandela, Obama pidió ayer a la juventud africana que se inspire en su espíritu para superar las dificultades de la vida. “Piensen en el sufrimiento y los conflictos que Mandela debió enfrentar”, declaró Obama.