INTERNACIONAL
relanza su alicaida gestion

Obama desafía a los republicanos y va por todo, tras el histórico acercamiento a Cuba

Pese a que levantar el embargo es potestad del Congreso, el mandatario quiere flexibilizar aún más las sanciones. Con un paquete de decretos, el presidente resurgió de las cenizas y sueña con cimentar su legado.

Audaz. Sus últimas jugadas políticas, entre ellas la negociación con Raúl Castro, revitalizaron al jefe de Estado norteamericano.
| AFP

Cuando recibió el Premio Nobel de la Paz en octubre de 2009, Barack Obama reconoció que era un presidente embarcado en dos guerras –Afganistán e Irak– y pulverizó el eslogan marketinero del Yes we can, que un año antes había desatado la Obamanía y lo había llevado a la Casa Blanca. Pero una derrota en las últimas elecciones legislativas, en las que el Partido Republicano se quedó con la mayoría en el Capitolio, lo sacó de su aletargada mediocridad. Sin nada que perder –no puede optar por la reelección–, impulsó por decreto audaces proyectos destinados a cimentar su legado en el Salón Oval.

El restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba, la reactivación de las negociaciones nucleares con Irán, el acuerdo climático con China y la legalización de cinco millones de inmigrantes marcaron un quiebre en su presidencia. Aplomado por los recientes logros, Obama se fue ayer de vacaciones a Hawaii con una sonrisa en los labios. “El renacimiento de Estados Unidos es real”, les comunicó a sus compatriotas y al resto del mundo. En su último discurso del año, reivindicó los logros de su administración en 2014. “Fue el mejor año en lo que concierne al aumento de los puestos de trabajo desde 1990 –aseveró el mandatario–. Estados Unidos es el productor número uno de petróleo y gas; la industria automotriz está en reactivación; gracias al Affordable Care Act, diez millones de estadounidenses obtuvieron la cobertura sanitaria recién este año y, desde que asumí, redujimos el déficit en dos tercios”.

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Ofensiva. Obama cambió en los últimos meses su mentalidad, al pasar de ser un manso pato rengo –por no poder ser nuevamente reelecto– a saltear a sus adversarios republicanos con un arsenal de decretos para quedar en los libros de historia. Perdido por perdido, Obama ahora va por todo. Según The New York Times, el mandatario anunciará más órdenes ejecutivas para flexibilizar el embargo a Cuba, esquivando una vez más al Congreso norteamericano.

“Obama está aplicando el programa original de su campaña que, por inexperiencia o bloqueo, no implementó antes. Las relaciones con Cuba son una pieza más. Y la causa del timing es doméstica, no internacional: al no enfrentar más elecciones, puede actuar pensando en su legado (la posteridad) sin importarle el precio político de corto plazo”, confió a PERFIL Andrés Malamud, investigador de la Universidad de Lisboa.

Pese a sus últimos logros, el último año fue un verdadero dolor de cabeza para el primer mandatario afroamericano de los Estados Unidos. El violento auge de Estado Islámico, la derrota legislativa de medio término de los demócratas, la polarización política en el Capitolio, que bloqueó la prometida reforma migratoria, fueron algunos de los traspiés de Obama. Además, el mandatario tuvo que lidiar con el brote del Ebola en Africa y la invasión de Rusia a Crimea, entre otros conflictos.

Sin embargo, el líder demócrata revirtió en las últimas semanas su deslucida gestión. Tras restablecer las relaciones con La Habana y autorizar inversiones y el envío de remesas a la isla, Obama emplazó públicamente a los legisladores a levantar el bloqueo a ese país. Su pedido desnudó, una vez más, el abismo entre la Casa Blanca y el Capitolio. “El bloqueo depende del Congreso. Esto no se trata de republicanos y demócratas. Lo importante es que la administración ha dado una señal de que ha llegado el momento de cambiar y trabajar para mejorar las condiciones del pueblo cubano”, explicó en teleconferencia un alto funcionario del gobierno norteamericano.

Por primera vez en muchos meses, el mandatario tendrá en Hawaii unos días de sosiego, tras un turbulento año marcado por su enfrentamiento con la oposición. Al brindar en las fiestas, el presidente pedirá un 2015 más parecido al final de este año que a los primeros meses. Su deseo más privado es abandonar la Casa Blanca y entrar en la historia grande de su país.

 

Más promesas por Guantánamo

“La prisión de Guantánamo mina nuestra seguridad nacional, reduciendo nuestros recursos, deteriorando las relaciones con nuestros aliados y alentando a los extremistas violentos. Cerrar la cárcel es una prioridad nacional”, expresó el viernes el presidente Barack Obama, al firmar la ley anual de Defensa. La medida, que otorga un presupuesto de más de 500 mil millones de dólares, extiende las restricciones al cierre de la cárcel donde fueron torturados centenares de presos.

“Invito a los miembros de ambas partes a trabajar con nosotros para poner fin a este capítulo de la historia estadounidense”, insistió Obama, quien había prometido cerrar la prisión en 2008, al postularse por primera vez a la presidencia. Con la ley, el Congreso prohíbe al Pentágono transferir detenidos a territorio norteamericano para ser juzgados, curados o detenidos.