Con una típica guirnalda hawaiana colgada en su cuello y un “¡Aloha!” como saludo inicial, el presidente estadounidense Barack Obama ofreció ayer en la Casa Blanca una fiesta para los miembros del Congreso y sus familias con todos los tintes de la isla.
Hubo shows con música y baile hawaianos, comida de esa región y antorchas como las utilizadas en las fiestas típicas de la isla, se colocaron palmeras y carpas en el jardín, y hasta guirnaldas de colores en el cuello de la familia presidencial y de algunos invitados. Obama importó, así, un “Luau”, que no es ni más ni menos que un festejo típico de Hawai.
"Me gustaría ofrecerles a todos un viaje a Hawai, pero ya que nos lo impiden las restricciones presupuestarias hemos decidido traerles Hawai aquí", dijo el mandatario al salir a los jardines del ala sur de la Casa Blanca, y luego de saludar a todos con un típico “¡Aloha!”.