“Duele constatar cómo en esta tierra, que está bajo el amparo de la madre de Dios, tantas mujeres son tan desvaloradas, menospreciadas y expuestas a un sinfín de violencias”, sentenció el Papa Francisco, en su visita a Amazonía, la región selvática de Perú.
En ese contexto, el Sumo Pontífice declaró que fue a visitarlos “para reafirmar una opción sincera por la defensa de la vida, defensa de la tierra y defensa de las culturas".
Sus declaraciones fueron realizadas durante una reunión multitudinaria con Feligreses, en el que afirmó además que no está de acuerdo con el término “trata de personas” y que debería hablarse de “esclavitud”: “esclavitud para el trabajo, esclavitud sexual, esclavitud para el lucro”, sostuvo.
En esta ocasión, y en presencia del presidente Pedro Pablo Kuczynski, el Sumo Pontífice hizo especial hincapié en la situación de las mujeres y la violencia, y expresó que no se debe dejar que sean “pisoteadas”: “No se puede naturalizar la violencia hacia las mujeres” y agregó: “No nos es lícito mirar para otro lado y dejar que tantas mujeres, especialmente adolescentes sean “pisoteadas” en su dignidad”.
Asimismo, en lo que fue primera visita a la Amazonía, el papa Francisco instó a defender este pulmón verde del planeta, respondiendo al pedido de ayuda de los indígenas con los que se reunió en Puerto Maldonado.
"Probablemente los pueblos amazónicos originarios nunca hayan estado tan amenazados en sus territorios como lo están ahora", dijo el pontífice, que lamentó "las hondas heridas que llevan consigo la Amazonía y sus pueblos".
También criticó las políticas, que en nombre de la conservación de la selva, "acaparan grandes extensiones de bosques y negocian con ellas", "oprimiendo a los pueblos originarios" y expulsándolos de sus tierras.