Villiers Le Bel, Francia - Enfrentamientos entre jóvenes y fuerzas del orden se reanudaron ayer por la noche en un barrio periférico de París, donde al menos 77 agentes resultaron heridos, después de que dos jóvenes del barrio murieran el domingo al chocar con un vehículo de la policía.
Dos años después de la ola de violencia que sacudió a la periferia de París y mostró al mundo las fisuras del modelo de integración francés, unos 100 jóvenes enmascarados se enfrentaron anoche con la policía, que los reprimió con proyectiles de goma y gases lacrimógenos.
Según las fuerzas del orden, alrededor de 77 agentes resultaron heridos por disparos de perdigón en estos nuevos incidentes en Villiers Le Bel, un barrio ubicado unos 20 kilómetros al norte de París, en el que vivían los dos adolescentes fallecidos el domingo.
Además, varios vehículos fueron incendiados, entre ellos un automóvil de la policía y un camión de bomberos.
"Deseo que todo el mundo se calme y que la justicia aclare las responsabilidades de unos y otros", declaró desde Pekín el presidente francés Nicolas Sarkozy.
Por ahora, la unidad de inspectores encargada de investigar a la propia policía está aclarando las circunstancias del fallecimiento de estos dos jóvenes. Algunos vecinos insisten en que la muerte de Moushin, de 15 años, y su amigo Larami, de 16, se debió a un error de la policía.
Según los agentes, los jóvenes, que no llevaban casco, no respetaron la prioridad en un cruce al vehículo de policía, que circulaba "a la velocidad reglamentaria y sin sirena".
La fiscal de la localidad a la que pertenece Villiers le Bel, Marie Therese de Givry, abrió una investigación por "homicidio involuntario y no asistencia a personas en peligro".
Según fuentes policiales, los primeros elementos de la investigación descartan por ahora la responsabilidad de los agentes, y testigos confirmaron que se trató efectivamente de un accidente.
Sin embargo, según Omar Sehhouli, hermano de uno de los adolescentes fallecidos, los policías son "responsables" del accidente y además "no permanecieron en el lugar" de los hechos tras el choque.
La fiscal explicó además que un comisario que fue atacado con barras de hierro por los jóvenes cuando intentaba llegar al lugar del accidente sufre "heridas en la cara, tiene tres costillas rotas y un pulmón dañado".
Un sindicato de la policía consideró ayer que desde el 2005, la situación en estos suburbios de París era un barril de pólvora. Hace dos años, la ola de violencia en estos barrios estuvo también originada por la muerte de dos adolescentes que fallecieron electrocutados al intentar huir de la policía.
Habitados en gran parte por personas oriundas del Africa subsahariana y del Magreb, los suburbios de París registran tasas récord de desempleo y una preocupante falta de oportunidades.
En 2005, las tres semanas de violencia se saldaron con varios centenares de personas heridas, más de 10.000 vehículos quemados y cerca de 300 edificios oficiales saqueados.
Para el primer secretario socialista francés, François Hollande, estos rebrotes de violencia son signo de una "profunda crisis social".
Fuente: AFP