Desde Londres
El profesor Ronald MacDonald es uno de los economistas más prestigiosos de Escocia. En una entrevista con PERFIL, el director del influyente Centro Adam Smith de Política Económica de la Universidad de Glasgow advirtió sobre los peligros económicos que traería la independencia y afirmó que muchos de los que votarán a favor “desconocen las cifras y números exactos”.
—El FMI advirtió a Escocia sobre el impacto negativo que tendría la independencia en los mercados financieros. ¿Qué piensa al respecto?
—Existen muchos temores y el FMI está en toda la razón al hacer esta advertencia. Aún hay muchas incertidumbres sobre, por ejemplo, qué moneda adoptará Escocia. En caso de una independencia, el país deberá implementar ajustes enormes porque su déficit fiscal trepará a entre el 5% y el 7% de su PBI, altísimo para una nación de su tamaño. Semejante programa de austeridad tendrá implicaciones severas para el gasto público y los impuestos, que deberán aumentar, como también las tasas de interés. Todo ello hará que muchos trabajadores decidan irse de Escocia, y el capital abandonará la economía, con pérdidas enormes.
—¿Qué opciones tendría el gobierno para encarar esa situación?
—El gobierno de una Escocia independiente no tendrá más opción que imprimir más dinero para financiar sus cuentas públicas, que a su vez llevará a una inflación galopante y la rápida erosión de los ahorros. Existe incluso la posibilidad de que el país se vea obligado a entrar en default por su deuda soberana. Por eso, Escocia puede terminar como la Argentina de 2001. Después de que la Argentina defaulteó, su economía colapsó. ¡Y todo ello, cuando era considerado uno de los países más ricos del mundo!
—¿Por qué cree que hay tantos escoceses que quieren la independencia?
—La gente no sabe con exactitud acerca de los números y detalles más específicos, porque la realidad es que son difíciles de entender. Pero los políticos no han ayudado en nada y están convenciendo a la gente para que vote algo que ni siquiera ellos tienen claro cómo manejarán. Este es un debate que debe tomarse muy en serio porque, una vez que se vote, no habrá vuelta atrás.