INTERNACIONAL
Entre musulmanes y un ex canciller

Polémica británica por el uso del velo islámico

Jack Straw declaró que el chador que cubre las facciones por completo es un “signo de aislamiento”. Muchos sectores de la comunidad islámica lo acusan de exacerbar tensiones.

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El uso del velo islmico instal una polmica entre musulmanes y un ex canciller | AFP
El ex ministro del Exterior británico Jack Straw generó una controversia en el Reino Unido en torno al velo islámico, tras sugerir que las mujeres musulmanas no deberían cubrirse el rostro porque esto representa una dificultad para las relaciones entres las distintas comunidades del país.

Mientras grupos islámicos radicales reaccionaron con indignación, la asociación que aglutina a las organizaciones musulmanas mostró comprensión hoy en declaraciones a la BBC ante la actitud del político.

Straw, de 60 años y ministro del Exterior hasta mayo de este año, declaró que el velo que cubre por completo las facciones dificulta, como "signo de aislamiento", la mejora de las relaciones entre los diferentes grupos sociales.

La declaración que más polémica causó fue cuando pidió a las mujeres que van cubiertas a hacer alguna consulta a su oficina como legislador que se descubran. De ese modo, el actual presidente de la bancada laborista aseguró que es posible una charla "cara a cara".

Algunas organizaciones musulmanas calificaron este hecho de "espantoso". La Comisión Islámica de Derechos Humanos cree que Straw es culpable de "discriminación selectiva por creencias religiosas".

"Los argumentos de Straw son débiles y poco sabios para una persona de su condición" dijo, por su parte, Hamid Qreshi, miembro del Consejo de Mezquitas de Lancashire.

En cambio, el Consejo Musulmán de Gran Bretaña, que representa a la mayoría de los 1,7 millones de musulmanes en el país, comentó que considera comprensible que el velo resulte inquietante para algunas personas que no pertenecen al islam.

En su reflexión, Straw reconoce que sus palabras pueden ser malinterpretadas pero afirma que alguien debe decirlas en el debate sobre la multiculturalidad que vive el Reino Unido.