Por la crisis, la Reina Isabel mandó a cortar gastos

Con sus 82 años, la Reina de Inglaterra le ha pedido a la familia Real que siga su ejemplo, especialmente en estos tiempos de recesión económica. Según la agencia AFP, el autor Nicholas Davies que ha escrito libros sobre la Corona y conoce bien la historia de la Monarca, ha dicho a los medios que su Majestad “se adapta siempre al humor de la Nación” y así será este fin de año en la Navidad, tanto en las fiestas como en los regalos.

Hay ejemplos de su sobrio estilo y cómo se cuida a la hora de gastar. Según el autor “ella insiste en que las luces del Palacio de Buckingham sean apagadas cuando no se usan”. Además, pidió que "lo que sobra en los banquetes, en la medida de lo posible, sea reutilizado". Un claro ejemplo es que los gastos de la familia Real bajaron de 87.3 millones de libras en el período 1991-1992, a solamente 40 millones en el lapso 2007-2008.

Algo digno de mencionar ocurre con su vestimenta. Por ejemplo, en un viaje a Eslovenia y Eslovaquia en Octubre, le solicitó a uno de sus modistos que le adapte un vestido de largo de un material que había recibido hace unos 20 años en un viaje por el Medio Oriente. Además, en Eslovaquia utilizó un mismo trajecito de lana rosado que había usado este mismo año en los eventos del Domingo de Pascua. Generalmente por razones de etiqueta, los Reyes no suelen repetir las vestimentas. Pero la Reina Elizabeth II, no le da importancia a esas cosas y se guía por su estilo conservador.

De acuerdo a la agencia AFP y al Sunday Times -que publica la lista de los millonarios del mundo-, la Reina tiene una fortuna personal de 320 millones de libras esterlinas (unos 600 millones de dólares). Pero si bien no suele hablar de dinero o política, en una reciente visita a la London School of Economics, calificó a la crisis financiera global de “horrible” y preguntó al alumnado “cómo es que no se han dado cuenta antes de la crisis que se ha venido”, haciendo entender su preocupación y expresando sus sentimientos.

La Reina Isabel es una persona a la que nunca le ha gustado que sus hijos malgasten, y mucho menos sus “nietos”. Y este año ha dado claras instrucciones, sostiene el autor. “ Seguramente no veremos a William y Harry yendo a discotecas caras, emborracharse o dar vueltas por ahí en estas Navidades”. No hay humor en Gran Bretaña para que los jovencitos estén de fiestas, mientras haya recesión, los gastos se eleven y los trabajos se pierdan. Según los diarios, ella les ha pedido a sus nietos que eviten todo gesto ostentoso.

Otro medio, el Daily mail, en su versión online, ha comentado que la Reina está preocupada por una reparación que hay que hacer en sus Palacios, que según comentan, podría llegar a ser de 32 millones de libras. Es por ello que este año se han limitado los regalos navideños al personal a unos pequeños souvenirs, y en algunos casos solamente a un par de posavasos, que serán idénticos para todos. Antes podían elegir los empleados entre distintos regalos (que iban entre 20 libras hasta unas 50 libras aproximadamente, según los años de servicio).

Según Richard Kay, autor de la nota, “es un signo de que el mismo Palacio no está aislado de la baja de la economía”. Y para dar una clave más de los ajustes “la fiesta de fin de año del personal, se hará cada dos años”. Pero eso sí, todos recibirán anualmente el “pudding” (una suerte de tarta dulce) de la Navidad.

(*) Especial para Perfil.com