Por TV, Bush empujó al Congreso a aprobar el salvataje: "Toda la economía de EE.UU. está en peligro"
"Soy un ferviente partidario del libre mercado, pero estas no son circunstancias normales", se
atajó. Sin acción inmediata, advirtió,
"puede haber pánico financiero y recesión".
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AFP
WASHINGTON.- El presidente estadounidense George W. Bush dijo este miércoles en un discurso
televisivo sobre la crisis financiera que
"toda la economía de Estados Unidos está en peligro".
"Estamos en el medio de una seria crisis financiera", dijo Bush desde la Casa Blanca. "Toda
nuestra economía está en peligro", agregó, en tono solemne, llamando a los congresistas a adoptar
el plan de rescate financiera propuesto por su gobierno.
Para eso, Bush dijo haber invitado a los candidatos presidenciales Barack Obama (Partido
Demócrata) y John McCain (P. Republicano) a una reunión el jueves en la Casa Blanca "junto a los
líderes parlamentarios de ambos partidos" para "ayudar a acelerar las discusiones hacia una ley sin
espíritu partidario".
Por suerte "hay un espíritu de cooperación entre los demócratas y los republicanos y entre el
Congreso y este gobierno", aplaudió Bush.
El plan es "suficientemente ambicioso para resolver un problema grave", dijo, recordando que
implica que el gobierno destine 700.000 millones de dólares para comprar "activos dudosos que
ensucian al sistema financiero".
"Este esfuerzo de rescate no apunta a preservar las empresas o las industrias de algunass
personas en particular. Apunta a preservar la economía en general", afirmó.
Bush dijo ser
"un ferviente partidario del libre mercado". "Por tanto, mi instinto natural es
oponerme a una intervención del gobierno", agregó.
"En circunstancias normales habría seguido esta inclinación. Pero estas no son
circunstancias normales", dijo.
"Sin acción inmediata del Congreso, Estados Unidos podría caer en un pánico financiero y en
un escenario doloroso", afirmó.
"Más bancos podrían caer en quiebra, la bolsa podría caer aún más, lo que reduciría el valor de
sus jubilaciones", le advirtió a los estadounidenses. "Más empresas podrían cerrar, y millones de
estadounidenses perder sus trabajos, y finalmente nuestro país podría vivir una recesión larga y
dolorosa", dijo Bush.
