El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció este sábado el relevo del presidente de la estatal petrolera YPFB y poderoso dirigente oficialista, Santos Ramírez, involucrado en la presunta recepción de una coima de una empresa privada boliviano-argentina.
Morales, en una destitución de hecho de Ramírez, designó al ex ministro de Planificación, Carlos Villegas, como nuevo presidente de YPFB, durante un acto público realizado en el palacio Presidencial en La Paz. "Muy lamentable lo que pasa en YPFB, sin embargo, el gobierno nacional lidera la lucha contra la corrupción", afirmó el mandatario en la ceremonia.
Santos Ramírez fue involucrado en la hipotética recepción de la coima, por intermedio de sus familiares, de unos 450.000 dólares de la empresa Catler-Uniservice que se adjudicó en julio pasado la construcción de una planta separadora de gas natural por 86 millones de dólares.
El gobernante, acompañado por el vicepresidente Alvaro García, explicó que el nuevo presidente de la estatal petrolera "tiene la responsabilidad de transparentar la administración en YPFB con una intervención". Para Morales, se debe realizar en la empresa petrolera, que el 2009 manejará inversiones por 1.800 millones de dólares, una auditoría a la parte económica, financiera y legal, para saber cómo se adjudicaron los contratos y se procedió al desembolso de recursos.
El supuesto hecho de corrupción quedó al descubierto tras el asesinato el martes pasado del empresario Jorge O'Connor, gerente de la compañía Catler-Uniservice, luego de que delincuentes comunes le arrebataran unos 450.000 dólares que transportaba en efectivo en un maletín.
De acuerdo a las primeras indagaciones de la Fiscalía, el dinero debía ser entregado a los familiares de Santos Ramírez, hasta ahora uno de los más poderosos dirigentes del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) y presidente del Senado en el primer año de gobierno de Morales (2006). Ramírez negó el viernes todas las acusaciones y dijo que se sometía a cualquier indagación.
Fuente: AFP
