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asumio como nuevo presidente

Poroshenko desafió: Crimea “fue, es y será” de Ucrania

El mandatario ofreció mayor autonomía a las regiones del este, de mayoría prorrusa, y pidió a los rebeldes deponer las armas.

Jura. Empresario, el flamante presidente ucraniano asumió su cargo en el Parlamento de Kiev.
| Cedoc Perfil
AFP
Desde Kiev
Petro Poroshenko fue investido ayer como presidente de Ucrania, en una ceremonia celebrada en el Parlamento de Kiev, donde afirmó que Crimea “fue, es y será” parte del país. Durante el acto, en el que participaron el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, y el presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, el magnate pro occidental prometió impulsar la descentralización y bregó por mantener unida a Ucrania. Además, pidió que los separatistas prorrusos entreguen las armas.
“Quiero que haya paz. Por favor, depongan las armas y garantizaré la amnistía para todos aquellos que no tengan las manos manchadas de sangre”, declaró el jefe de Estado, de 48 años de edad. Pese a su llamado a la paz y a la cumbre del viernes con Vladimir Putin, la violencia continuó asolando ayer el este del país.
El mandatario, quien ganó las elecciones con el 54,7% de los votos, se refirió a lanzar una descentralización que conceda mayores competencias a la Ucrania rusófona. En ese sentido, se mostró dispuesto a convocar comicios locales en las regiones de Donetsk y Lugansk, las cuales proclamaron su independencia en un referendo no reconocido por Occidente. “Asumo la presidencia para preservar y reforzar la unidad de Ucrania”, dijo el mandatario en su primer discurso. Poroshenko, apodado el “rey del chocolate”, también prometió firmar “muy pronto” el acuerdo económico con la UE, que se había rechazado el ex presidente Viktor Yanukóvich y que desencadenó violentas manifestaciones y su posterior derrocamiento.
Para proseguir con el diálogo iniciado el viernes en Normandía, en el que los presidentes hablaron sobre un alto al fuego, un enviado del Kremlin llegará hoy a Kiev para buscar una salida pacífica a la violencia en el este del país, que dejó más de 200 víctimas fatales. La asistencia a la jura de Poroshenko del embajador ruso en Ucrania, Mijaíl Zurábov, fue vista ayer como un nuevo signo de distensión entre ambos gobiernos.
En tanto, un diputado de la autoproclamada república de Donetsk, Maxim Petrukhin, asistente del jefe de los rebeldes, fue asesinado ayer en el centro de la ciudad, tras ser baleado por desconocidos desde un automóvil en movimiento. Además, un auto bomba explotó ayer en Kiev mientras Poroshenko juraba y dos trabajadores de la televisión rusa Zvezda fueron detenidos y tomados como prisioneros por la Guardia nacional ucraniana en los alrededores de Sloviansk. Los directivos de la empresa pidieron al flamante jefe de Estado que libere al operador Andrei Sushenkov y al técnico Anton Malyshev.
Frente a la elite del país y parte de la comunidad internacional, Poroshenko tomó ayer las riendas de un país sumido en una profunda crisis económica y política. Ucrania fue salvada de la bancarrota con la ayuda financiera occidental, que prometió un plan de rescate de 27 mil millones de dólares, de los cuales el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya entregó 3.200. Para evitar el abismo económico, también será fundamental renegociar con Rusia el precio del gas, que abastece a su industria y fue aumentado por Moscú en los últimos meses.