INTERNACIONAL
tras el "brasilerazo"

Prometen un boleto estudiantil para contener la ola de protestas en Brasil

Mientras el Senado anunció una ley para garantizar que los estudiantes viajen gratis, Rousseff impulsa un acuerdo para un plebiscito sobre la reforma política.

Furia mundialista. Las protestas en las calles de Brasil se desataron cuando los jóvenes cuestionaron los costos de la Copa.
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Brasil intenta apagar desesperadamente el incendio que azotó al país en los últimos días. Con ese objetivo, el Senado anunció que aprobará una ley que garantizará el boleto estudiantil gratuito para los estudiantes, al tiempo que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció ayer un acuerdo con sus aliados para impulsar un plebiscito sobre la reforma política que hará el Congreso.

Siguiendo instrucciones de la jefa de Estado, el Parlamento redoblará su trabajo para satisfacer la demanda que originó las primeras marchas en Brasil, que luego desencadenaron la ola de protestas que aún conmociona al gigante sudamericano. Luego de ser recibido por Rousseff, el titular del Senado, Renán Calheiros, declaró que ante la crisis se requieren “respuestas rápidas” y, por lo tanto, resolvió que la gratuidad del pasaje sea tratada el próximo miércoles.

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Mientras el Partido de los Trabajadores (PT) prometió que el proyecto irá al Plenario saltando el debate en comisiones, el opositor Aloísio Nunes Ferrerira cuestionó la premura. “Yo no sé lo que está diciendo el clamor de las calles, pero es recomendable ser prudente en materias como éstas, que envuelven enormes recursos”, aseveró el senador.

Ante la revuelta popular, el Congreso trabajó horas extra esta semana cuando Diputados aprobó en tiempo récord la aplicación del 75% de los royalties petroleros en el presupuesto educativo. En tanto, en el debate sobre el plebiscito lanzado por Rousseff, la oposición denunció que se trata de  una “maniobra del gobierno”.

No obstante, el oficialismo logró el apoyo de sus aliados para buscar una reforma de la Constitución en el capítulo de la actividad política. “El plebiscito tendrá dos directrices esenciales: la financiación de campaña (si es 100% pública, privada o mixta como hasta ahora) y el sistema de votación (si es con listas cerradas por partido, proporcional o por distrito)”, dijo ayer el ministro de Educación, Aloizio Mercadante.

Sin embargo, esas iniciativas no desalentaron las protestas, que el jueves dejaron decenas de detenidos en la ciudad de Fortaleza, en el marco del partido España-Italia por la Copa de las Confederaciones.

Según la policía, 92 personas fueron detenidas en Fortaleza, mientras que en Porto Alegre se registraron choques entre activistas y fuerzas del orden. “La policía reaccionó frente a los bloqueos de las avenidas hacia el estadio Castelão, de la ciudad de Fortaleza. No hubo violencia policial, todo fue hecho dentro de la legalidad”, declaró el coronel Werisleike Matias, de la Policía Militarizada del estado de Ceará.

En Porto Alegre, alrededor de cinco mil personas protestaron ante el Palacio Piratini, sede de la gobernación de Río Grande do Sul, y un centenar se desplazó hacia la sede del Poder Judicial, donde lanzó piedras, dando inicio a enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Al menos seis personas fallecieron desde que estalló la ola de protestas que sorprendió a Brasil y al mundo entero.

 

Lula apoya a Dilma

El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, desmintió ayer diferencias con la mandataria Dilma Rousseff frente a la ola de las manifestaciones populares y respaldó su iniciativa de convocar a un plebiscito para realizar una reforma política. En un comunicado, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) negó una frase que le atribuyó el diario Folha de Sao Paulo sobre una “falta de comando” de la jefa de Estado sobre la crisis que se inició cuando cientos de miles de brasileños salieron a las calles.

“Son fantasiosas y sin base real las opiniones que  me fueron atribuidas”, explicó Lula, antes de partir hacia Etiopía, donde mañana y el lunes participará de un encuentro con la Unión Africana y la FAO sobre la lucha contra el hambre.

En cambio, Lula respaldó con vigor a la presidenta de Brasil: “La compañera Dilma viene liderando el gobierno y el país con gran competencia y firmeza, escuchando al pueblo de las calles, construyendo soluciones y abriendo caminos para que avance Brasil y la democracia”.