ANSA
Moscú
“Nosotros no queremos la Guerra Fría, no es necesario, pienso que nadie la quiere. Pero si continuamos asustándonos unos a otros, y la OTAN continúa necesitando de un enemigo para justificar su existencia, no puedo excluir que se arribe a la Guerra Fría”.
Así advirtió ayer el presidente ruso, Vladimir Putin, al admitir la tensión que enfrenta a Moscú con la UE y Estados Unidos desde la crisis ucraniana, de la que fue responsabilizado por Occidente.
Putin habló en el marco de un foro en San Petersburgo del que participó el primer ministro italiano, Matteo Renzi.
Durante el foro, Putin anunció un gran proyecto de “integración euroasiática” con los países de la Comunidad de Estados Independientes, China e India, que también está “abierto a la Unión Europea”.
Vecino en el corazón. “Europa, pese a los problemas actuales, sigue siendo el primer socio económico de Rusia, y nuestro vecino, y nosotros tenemos en el corazón lo que les sucede a nuestros vecinos”, dijo.
Consciente de las tensiones que siguieron a la crisis posterior a la incorporación de Crimea a Rusia, y la guerra civil en el este de Ucrania, Putin pidió a la UE acercar posiciones.
“Estamos listos para recuperar relaciones con la Unión Europea, pero no puede ser una vía de sentido único”, afirmó el líder del Kremlin durante la sesión de apertura del XX Foro Económico Internacional (Spief).
Rusia está “dispuesta a dar un paso” hacia los europeos, porque no es “rencorosa”, a pesar de que la Unión Europea se dispone a prolongar las sanciones.
Bruselas postergó oficialmente ayer por un año las sanciones impuestas a Rusia por haberse anexionado Crimea en 2014. Unas sanciones que prohíben las inversiones e importaciones de productos de la península hacia la UE.
La prolongación era esperada. El jueves, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, repitió que la aplicación total de los acuerdos de paz de Minsk para el este de Ucrania, donde Rusia ha sido acusada de apoyar y armar a los rebeldes separatistas, era “la única forma de levantar las sancionas económicas impuestas” a Moscú.
“Nos acordamos de cómo empezó todo. Rusia no inició el declive (de nuestras relaciones) de los problemas, de las sanciones”, dijo Putin.
“Pero nosotros, como decimos en nuestro país, no somos rencorosos y estamos dispuestos a dar un paso hacia nuestros socios europeos”, concluyó el primer mandatario ruso su mensaje a Europa.