INTERNACIONAL
Avanza la crisis acufera en el mundo

¿Qué pasaría si en China se agotara el agua?

El gigante asiático se estaría quedando sin agua mientras la contaminación industrial crece a pasos de gigante. El riesgo es que esta crisis derive en sequía definitiva. THE GUARDIAN

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Una postal de China en el mes de agosto pasado. | AFP
Beijing, The Guardian. El agua efectivamente es el recurso más escaso de China. La contaminación, la basura y la sobreexplotación se combinan con la expansión de las mega-ciudades, desborda los depósitos de basura y seca los ríos.

Los signos de la crisis son evidentes por doquier. En el árido Norte, tres cuartas partes de los pantanos se secaron, próximos a la región donde la corriente del río principal se secó hace ya algún tiempo. En el Oeste, los desiertos usurpan la tierra a las ciudades. En el Sur, la peor sequía en 50 años arruinó las cosechas y causó estragos aun en la zona de Yangtze, la zona con mayores caudales de agua.

Los periódicos chinos muestran cada día más severas estadísticas y reportes en torno de los últimos índices de contaminación. El pasado junio, el Ministerio de Medio Ambiente estimó que al menos el 90 por ciento del agua que es distribuida en las urbes está contaminada con desperdicios orgánicos o industriales.

De acuerdo con las investigaciones realizadas por el Ministerio de Provisión del Agua, 400 de las 600 ciudades de la cartografía china se están quedando secas.

El agua, talón de Aquiles. El país con mayor población del mundo cuenta con 2,200 metros cúbicos per cápita, menos de un cuarto del promedio mundial. El déficit entre la provisión y la demanda se aproxima a los 6 mil millones de metros cúbicos. Se estima que ese hueco en la oferta se ensanchará tan pronto como la población crezca de 1.3 mil millones a 1.6 mil millones en el año 2030.

La perspectiva es todavía más oscura a razón de la variación climática regional entre el seco Norte y el húmedo Sur. Beijing –una de las 110 ciudades que padecen "sequías extremas"– se vio forzada a importar recursos desde fuentes cada vez más variadas.

En el corto plazo, el modelo de desarrollo de China será insostenible.
En los últimos 30 años el gobierno puso el acento más en la cantidad que en la calidad del crecimiento. Las cifras de la expansión en China enmascaran la ineficiencia y el daño ambiental que cada año crece un 10 por ciento.

En las últimas tres décadas, los recursos financieros fueron invertidos más en nuevas fábricas que en proyectos de tratamiento de plantas, instalaciones para el reciclado de agua o repuestos para redes de caños en mal estado.

Sólo el 52 por ciento de los 2 mil millones de metros cúbicos de agua de China es tratada antes de ser reconducida a los ríos y lagos. Las consecuencias para la salud son altas. Anualmente, el agua sucia es uno de los factores más importantes en los 800 mil casos de diarrea, 650 mil casos de colitis y 500 mil casos de pacientes con parásitos intestinales.

La contaminación industrial es la causa de preocupaciones tanto políticas como físicas. Las suspicacias señalan a los dueños de las fábricas en connivencia con los agentes del gobierno que buscan tapar los residuos tóxicos con el escudo del crecimiento económico y la estabilidad social.

Pero la crisis acuífera de China no es sólo responsabilidad de funcionarios y emprendedores. Los científicos le echan la culpa al daño global por el derretimiento de los glaciares y la desaparición de decenas de lagos en el Himalaya y otras regiones montañosas al oeste del país.

El cambio climático también contribuyó a la peor sequía de los últimos 50 años en Chongqing y Sichuan. La escasez de lluvias de las últimas tres semanas provocó una reducción de dos tercios de los ríos.

Lo peor está cerca. El jefe del Servicio Meteorológico chino informó en el Boletín de Energía de la China que el calentamiento global redundará en la sequía de 20 mil millones de metros cúbicos. El Presidente Hu Jintao –que tiene un posgrado en ingeniería para la conservación del agua– hizo del desarrollo sustentable uno de los puntos fuertes de su administración. El mes pasado, el gobierno prometió gastar tres millones de yuan (129 mil millones de dólares) en los próximos cinco años para invertirlos en tratamiento y reciclaje de la basura.

En Beijing, entre otras ciudades, los costos del servicio de agua fueron encarecidos con el objetivo de racionalizar el uso. Pero se espera que pronto los problemas de crecimiento y científico sean resueltos con más crecimiento y más ciencia.

A pesar del impacto ambiental enorme de las gigantes plantas hidroeléctricas como la represa Gorges Dam, el país, sediento de energía, se orienta a impulsar medidas que permitan la construcción de una decena de represas a lo largo de los brazos de los ríos Yangtze, Amarillo y Nu.

El plan más grande de hidro-ingeniería ha comenzado. Los 63 mil millones de agua del Sur – Norte implica la construcción de canales gigantes desde el Yangtze hasta el árido desierto del Norte. Se espera que dicha construcción se desarrolle durante 50 años. Una vez terminada, conducirá 44 mil millones de metros cúbicos de agua del territorio chino.

Los ambientalistas sostienen que China necesita un cambio radical en su filosofía. Aunque la administración Hu haya promovido un desarrollo sustentable planificado en tres años, los gobiernos provinciales no parecen estar escuchando. ¿Por qué deberían hacerlo? Sin elecciones ni medios libres, los cuadros menores están más preocupados por cumplir las órdenes de sus superiores que por las obligaciones civiles que, se supone, deberían cumplir.

Si hay un lado positivo en este negro panorama, es que la crisis del agua puede ayudar a ampliar la mirada de una sociedad cerrada y a volverla más conciente del cuidado del medio ambiente. En los últimos años, Beijing ha mostrado su voluntad de escucha hacia las organizaciones no gubernamentales ambientalistas, actitud improbable en el pasado.

Ma Jun, autor de “La Crisis del Agua en China”, opina que el próximo paso será fomentar mayor responsabilidad pública en los ciudadanos, así podrán actuar como una barrera a cualquier desarrollo que implique polución en sus comunidades: "China tiene la tecnología y el dinero para resolver este problema. Pero los ministerios ocupados de los temas de medio ambiente encuentran obstáculos en las leyes porque los gobiernos prefieren el negocio. Es necesaria la participación de la sociedad civil."

Traducción: Florencia Goldsman