Miles de mujeres de la Alemania nazi estaban perdidamente enamoradas del dictador Adolf Hitler, reveló un ensayo del historiador germano Henrik Eberle, titulado Cartas a Hitler. El pueblo escribe a su fürher.
Cerca de ocho mil de las miles de cartas halladas en la oficina de Hitler al final de la Segunda Guerra Mundial provienen de mujeres que ofrecen al fürher desde cortes de pelo gratuitos hasta propuestas menos inocentes.
"Querídísimo Adolf, soy una mujer de Sajonia que desea tener un hijo suyo", revela una de las cartas que reproduce el portal español ADN. "Mi amor más caliente. Me gustaría comerte y devorarte de amor, pero no puedo porque qué dirían los demás", confiesa en otra misiva otra fanática del dictador.
Algunas de las mujeres se animaban a mensajes bastante subidos de tono, pero las consecuencias no eran siempre felices: Hitler no se dejaba seducir fácilmente, y a veces el contenido de las cartas daba lugar a persecuciones y amenazas.
En algunos casos, incluso, se llegaba a recluirlas en manicomios y, por considerarlas inútiles para la raza aria, se las asesinaba.
"Si no puedo estar al lado del III Reich soy un cadáver viviente", dice una de las mujeres en una carta, cuyas palabras habrían sido interpretadas de forma literal.