Ante el fracaso de la vía diplomática, los países con intereses estratégicos en el conflicto sirio se disponen a brindar apoyo en armas a los ejércitos en combate. Esa decisión provocará más muertes, así como un flujo de miles de millones de dólares por gastos en armamento bélico.
Las agencias de noticias rusas informaron ayer que la compañía estatal MiG, fabricante de aviones de guerra, afirmó que representantes del presidente sirio Bashar Al Assad viajaron a Moscú para comprar “más de diez” MiG-29, las naves de combate más modernas de la Fuerza Aérea rusa. “Una delegación siria se encuentra en Rusia. Está definiendo los detalles del contrato”, indicó el director general de MiG, Sergei Korotkov.
Si la venta de los cazas rusos se confirma, la provisión de armamento al régimen sirio por parte de Rusia tomará un nuevo color: el gobierno de Vladimir Putin sólo se había comprometido a facilitarle sistemas de defensa antiaérea. El jueves, Al Assad sugirió que Moscú ya había hecho entrega de seis S-300, unos sofisticados sistemas de misiles tierra-aire capaces de interceptar en vuelo a aviones de combate u objetivos teleguiados.
Todos los convenios de venta de armas entre Rusia y Siria se habían firmado antes del estallido de la guerra civil. La provisión de los S-300 corresponde a un contrato de 2010, y Damasco pagará por ellos mil millones de dólares.
No obstante, el interés de Moscú es más estratégico que monetario: Rusia sospecha que la CIA y los servicios secretos del Reino Unido y Francia proveen armamento a los rebeldes sirios a través de la frontera con Turquía. Del otro lado, Washington denuncia que Irán y Hezbollah hacen lo propio con a Al Assad.
Por iniciativa de Londres y París, la Unión Europea (UE) levantó esta semana un embargo a la venta de armas a Siria como medio de apoyo a los opositores. Aunque el bloque europeo se comprometió a no enviar material bélico hasta agosto, la entrega se hará efectiva si vuelve a naufragar la mesa de diálogo en Ginebra que impulsan Washington y Moscú.
Pero no son Rusia ni la UE los mayores involucrados en el envío de armas a Siria. De acuerdo con una investigación del diario Financial Times, Qatar gastó 3 mil millones de dólares en los últimos dos años en financiar la rebelión contra Al Assad. Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, Qatar envió más de setenta cargamentos militares aéreos a Siria a través de Turquía desde el año pasado. Al parecer, la dimensión internacional de la guerra civil siria recién empieza.