El promedio de edad entre José Mujica, Tabaré Vázquez, Danilo Astori y Lucía Topolansky es 73 años. La renovación generacional es uno de los mayores problemas que enfrenta el Frente Amplio. Pero al oficialismo uruguayo le queda un as bajo la manga: Raúl Sendic, hijo del mítico fundador de la organización guerrillera MLN-Tupamaros y una de las mayores promesas políticas de Uruguay.
“Raulito”, de 50 años, es parte de la segunda generación de la izquierda uruguaya. Actualmente, es presidente de la compañía estatal Ancap, aunque ya anunció que este año dejará ese cargo para entrar en campaña. Su nombre sonaba para compañero de fórmula de Vázquez en las elecciones presidenciales de 2014, pero su sector político prefiere que compita por la estratégica intendencia de Montevideo. Prefieren no apurarlo ya que apuestan a su proyección.
En la dura interna del Frente Amplio, Sendic juega para Mujica. “La verdad es que a mí Pepe me reta y me quiere como si fuera su hijo”, contó alguna vez. Fuera de lo político, la relación entre ambos es la de un hombre que se ha ocupado del hijo de un amigo ya muerto. En los noventa, luego del fallecimiento de Sendic padre, Mujica solía llevarse a Raulito de gira por el interior. Hoy integra el círculo más íntimo del presidente.
Sendic comenzó su actividad partidaria en el Movimiento 26 de Marzo, una agrupación de izquierda radical que acabó rompiendo con el Frente Amplio en 2008, cuando se agravaron los roces con otras tendencias de la alianza por la asunción de Vázquez. Pero Mujica logró mantener a su ahijado político dentro de la coalición frentista.
Sendic pasó trece años de su adolescencia sin su padre, que murió en 1989, cuatro años después de salir de prisión.
Como Mujica y otros dirigentes históricos tupamaros, el Bebe Sendic estuvo preso y casi incomunicado hasta que los militares lo amnistiaron. En esa época, el mayor de sus cinco hijos vivió en el exilio en Cuba, donde se graduó como licenciado en Genética Humana en la Universidad de La Habana.
Todo aquello quedó atrás. Hoy, Sendic es la esperanza joven del Frente Amplio y en especial de Mujica, aventajado por el sector de Tabaré en la interna partidaria.