Decenas de miles de argelinos salieron hoy a las calles de las grandes ciudades del país para denunciar el terrorismo, un día después del fin de semana sangriento que dejó 52 muertos en dos atentados suicidas reivindicados por la red terrorista Al Qaeda.
Los manifestantes, rodeados por veteranos de la guerra de independencia (1954-62) enarbolaban retratos del presidente Abdelaziz Buteflika y pedían " el cese del derramamiento de sangre".
En Argel, la manifestación se llevó a cabo en un polideportivo del centro de la ciudad, con capacidad para 20.000 personas, con la presencia del jefe del gobierno Abdelaziz Beljadem, secretario general del partido mayoritario del Frente de liberación nacional (FLN, nacionalista), de Ahmed Uyahia, presidente de la Unión nacional democrática (RND, liberal), asociado al FLN en la "Alianza presidencial", así como Luiza Hanune, presidente del Partido de los trabajadores (PT, izquierda).
" Sí a la reconciliación nacional, sí a la democracia, sí al desarrollo y al bienestar de los argelinos y argelina, no a la violencia y el crimen", proclamaban las banderolas extendidas en la calle.
Varios oradores " denunciaron al terrorismo", llamaron " al respeto de la vida humana" y estigmatizaron " los ataques suicidas como contrarios a los valores del islam y la ética musulmana".
" Estamos aquí para condenar estos actos criminales y apoyar la reconciliación nacional", declaró una participante a la televisión. " Estamos con Buteflika", añadió.
Las manifestaciones fueron convocadas por partidos políticos, organizaciones sindicales y asociaciones de la sociedad civil, bajo el lema: " No al terrorismo, fin a la inestabilidad, no toques a mi Argelia".
Los organizadores quieren apoyar la política de reconciliación nacional del presidente Buteflika, quien ha decretado el "perdón" y una gracia presidencial a los islamistas arrepentidos que entreguen las armas.
El mandatario, principal objetivo del atentado de Batna, según los diarios argelinos, reafirmó el jueves que " la reconciliación nacional es una opción estratégica de Argelia" y que esto no cambiará. Beljadem afirmó, por su parte, que "l a política de reconciliación nacional puso al descubierto a todos aquellos que la rechazan" (los islamistas) y subrayó que los atentados del fin de semana eran " actos desesperados" de grupos armados, duramente perseguidos por el ejército.