La Cámara de los Comunes del Reino Unido aprobó un proyecto de ley que permitirá el matrimonio entre parejas del mismo sexo a partir de 2014. El proyecto, que aún debe ser ratificado por la Cámara de los Lores, provocó una división en el Partido Conservador que encabeza el Primer Ministro David Cameron.
Unos 400 legisladores votaron a favor y otros 175 en contra. Entre los votos negativos hubo 139 de los conservadores, lo que provocó una división en el partido que algunos adjudican al primer mandatario.
"Este es un asunto muy serio y sensible que está provocando profundas divisiones en el Partido Conservador", afirmó Gerald Howalth, uno de los oficialistas que votó por el no, al diario británico Telegraph. "Estamos divididos, como el país", dijo David Burrowes, también oficialista pero que votó a favor. "No tiene precedentes que haya legisladores del gobierno oponiéndose a un proyecto oficial", agregó.
La legalización del matrimonio gay fue una promesa de campaña de los liberal demócratas, socios minoritarios de la coalición gubernamental. Se trata de una reforma modesta: el Reino Unido permite las uniones civiles entre parejas del mismo sexo, con el derecho a adoptar hijos y a recurrir a madres de alquiler, desde 2005.
De aprobarse, la nueva permitirá también a las personas que cambien de sexo permanecer casadas, algo hasta ahora considerado ilegal. A pesar de las diversas marchas en su contra, diversos sondeos realizados sobre el tema muestran que más del 50% de los británicos están de acuerdo con la medida, según la agencia AFP.
"Existen visiones fuertes sobre el tema desde ambos lados, pero creo que los legisladores que votaron a favor de que las personas gay también se puedan casar es un paso adelante para nuestro país", escribió Cameron en Twitter tras la votación.