Suena a una película de horror, pero sucedió en Estados Unidos. Tres adolescentes robaron de un cementerio la cabeza del cadáver de un niño para usarla de pipa y fumar marihuana.
El terrorífico hecho ocurrió en Houston, en un viejo cementerio destinado a militares negros y a sus familias. Sin ningún pudor, los tres adolescentes –dos de 17 años y uno todavía menor- ingresaron para profanar la cabeza de un niño fallecido en 1921. Luego, la usaron de pipa para fumar marihuana, según informó el sitio español 20minutos.
Los adolescentes fueron atrapados por la Policía de Houston, luego de descubrir que se movían en un automóvil robado. Uno de ellos confesó el morboso hecho, pero los policías creyeron que se trataba de una historia inventada para distraerlos del robo del auto.
Sin embargo, la investigación los llevó a descubrir que se trataba de una historia tan real como macabra. La policía de Houston informó, incluso, que uno de los adolescentes vomitó cuando fue indagado sobre ello. Espeluznante.