Cuando faltan apenas 72 horas para que su casamiento con Alberto de Mónaco convierta en princesa a la nadadora Charlene Wittstock, el semanario francés L’Express lanzó una bomba. Bajo el título de "Peligra el matrimonio", afirma que la pareja estaría atravesando serios problemas, y que la novia incluso intentó anular la boda y volver a su país.
L’Express indica que todo comenzó "hace una semana con la marcha precipitada de Charlene al aeropuerto de Niza”, en el sureste de Francia, decidida a tomar un vuelo hacia Sudáfrica “sin pasaje de vuelta”, después de descubrir, supuestamente, que la vida de su prometido “no es tan ejemplar como imaginaba”.
Sin embargo, en varios medios internacionales, incluída la revista Hola, la futura princesa asegura ante la prensa: "Vivo un cuento de hadas, encontré al hombre perfecto".
Según informa la publicación, el príncipe y la Corte necesitaron llevar a cabo “una persuasión infinita” para evitar que Charlene se fuera de Mónaco.
Tras un recurso judicial de urgencia, interpuesto por los abogados del Príncipe Alberto, la revista retiró el artículo, y el Palacio Grimaldi desmintió formalmente las “falsas alegaciones”.
“Los rumores solo tienen como objetivo dañar gravemente la imagen del soberano, y en consecuencia la de Wittstock, y suponen un perjuicio grave para este feliz acontecimiento”, indicó en un comunicado.
Hace unos días, el prestigioso New York Times colaboraba a aumentar los rumores al afirmar que la futura princesa es un verdadero “manojo de nervios” ante la presión y por las odiosas comparaciones con la fallecida Grace Kelly, madre del príncipe.
La periodista Jenny Crwys-Williams, que la entrevistó, la retrató como una chica “absolutamente aterrorizada de decir algo fuera de lugar y quedar mal ante las temibles mujeres de palacio”, en referencia a sus implacables futuras cuñadas, las princesas Carolina y Estefanía.
L’Express añade que la novia evita las reuniones familiares, lo que contribuye, en su opinión, a aumentar los rumores de crisis.
El Principado espera que la boda ayude a reactivar la economía del país. Para el próximo fin de semana, cuando se celebre la boda, Mónaco espera recibir a 200.000 visitantes, especialmente turistas y curiosos de Francia e Italia.
El impacto positivo del evento se nota ya en los hoteles casi llenos (2.700 habitaciones en hoteles de cinco y cuatro estrellas).
Copas de champán en las tiendas, museos y estacionamientos gratis, e incluso pruebas gratis de un automóvil de F1, así como una “tarifa especial” (50 euros) para un vuelo en helicóptero figuran entre las ofertas para atraer a los turistas. Unos 1.500 periodistas de todo el mundo están acreditados en Mónaco para el evento.
Pese a los preocupantes rumores, el pequeño principado ya se prepara para las noticias y los ciudadanos esperan que el matrimonio contribuya a la felicidad de una dinastía cuya historia, durante siete siglos, estuvo marcada por incesantes muertes trágicas y matrimonios fracasados.
(*) Especial para Perfil.com
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