Desde San Petersburgo
Vladimir Putin y Xi Jinping han mostrado esta semana que son dos “grandes amigos”, que convirtieron a sus países en los mayores socios comerciales y quieren acabar con la hegemonía mundial de los Estados Unidos, en respuesta a la agresividad del “America First” de Donald Trump.
Los dos mandatarios participaron ayer en el Foro Económico de San Petersburgo, en el que atacaron las “desigualdades” en el sistema económico global y prometieron buscar vínculos más estrechos entre sus países. Putin acusó a los Estados Unidos de querer “extender su jurisdicción al mundo entero”, denunció la “retórica de las guerras comerciales y las sanciones”, pidió que se replantee el papel del dólar en el comercio global y condenó las presiones contra el gigante tecnológico chino Huawei (ver aparte).
Visita. El festejo de los 70 años de relación bilateral entre Rusia y China fue intenso y significativo, como lo marcó la poco frecuente visita de Estado de tres días que Xi inició el miércoles y concluyó ayer. Ambos presidentes se reunieron en Moscú durante varias horas y subrayaron las amplias coincidencias que, simétricamente, reflejan sus divergencias con Washington. Moscú y Beijing, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, tienen posiciones “muy cercanas o totalmente coincidentes” en asuntos internacionales como el programa nuclear de Corea del Norte, el conflicto en Siria, la crisis en Venezuela o el acuerdo nuclear iraní.
Putin ensalzó las relaciones con China que “han alcanzado un nivel sin precedentes”, y Xi Jinping devolvió elogios al definir al presidente ruso como “su mejor amigo”.
Foro. El presidente chino fue el invitado estrella de una nueva edición del Foro de San Petersburgo, el “Davos de Putin”, que comenzó el jueves y concluyó ayer en la antigua capital imperial de Rusia. Fue su primera participación, y llegó al frente de una delegación de más de mil personas.
En Moscú, un día antes del inicio del Foro, Xi firmó decenas de acuerdos comerciales, en un momento clave para los vínculos entre ambos países que, como explica el especialista Franco Cristiani, “se han acercado cada vez más a medida que se han enfrentado a Estados Unidos”. Las relaciones ruso-estadounidenses están seriamente dañadas por las acusaciones de injerencia electoral y numerosos de-sacuerdos sobre desarme. En tanto, China y Estados Unidos están enfrascados en una interminable guerra comercial.
China es un gran mercado para productos agrícolas rusos y un gran comprador de armas. “Nuestro intercambio comercial aumentó un 25 % en 2018 y alcanzó un nivel récord de 108 mil millones de dólares”, afirmó el consejero del Kremlin, Iuri Ushakov.
Rusia, cuya economía está siendo duramente golpeada por sanciones europeas y estadounidenses desde 2014 por la crisis en Ucrania y la anexión de Crimea, “se está dirigiendo realmente del mercado europeo al mercado chino”, señaló el analista ruso Alexander Gabuiev.
Más allá de las coincidencias actuales, Vasily Kashin, investigador senior del Centro de Investigaciones Integrales Europeas e Internacionales de la High School of Economy de Moscú, recuerda a PERFIL que “el acercamiento entre Rusia y China es un proceso paulatino que comenzó desde mediados de los años 90. La crisis ucraniana de 2014 y la guerra comercial que estalló el año pasado aceleraron ese proceso, que ya existía”.
¿Un nuevo mundo? “En el contexto de los cambios dramáticos que el mundo no había visto en los últimos cien años, los pueblos de los dos países y la comunidad internacional han puesto grandes esperanzas en nosotros”, dijo Xi.
“Vladimir Putin y Xi Jinping tienen la sensación de que su misión consiste en destruir el mundo unipolar y construir uno nuevo y ‘nuestro’”, escribió el jueves en un diario moscovita el periodista Andrei Kolesnikov, biógrafo del presidente ruso, cuyo pensamiento conoce a fondo.
Kolesnikov se refirió al célebre discurso de Putin ante la Conferencia de Seguridad de Múnich, en 2007, cuando desafió al orden unipolar. “No cabe duda de que el potencial económico de los nuevos centros de crecimiento mundial va a redundar inevitablemente en el aumento de su influencia política y a fortalecer el carácter multipolar del mundo”, dijo entonces Putin, a quien el tiempo, y el ascenso de China, parecen haberle dado la razón.
Kashin, que integra el think tank ruso Club Valdai, cree que “Rusia y China no tienen una única visión sobre el nuevo orden mundial”. “El factor más importante para ellos es poner fin a la hegemonía global de los Estados Unidos”, agregó.
El Instituto para Estudios Políticos Internacionales, en tanto, destacó los límites de esta integración. “Las asimetrías en la relación se ven especialmente en el campo económico”.
* El autor viajó a Rusia invitado por la empresa ferroviaria TMH.
Putin denunció una guerra tecnológica contra Huawei
Rusia salió ayer en apoyo de China en uno de los últimos episodios de la guerra comercial que Beijing libra con Washington, y que tiene al gigante tecnológico Huawei como protagonista. Al hablar ante el Foro de San Petersburgo junto a Xi Jinping, Vladimir Putin denunció los intentos de “excluir” de los mercados internacionales a Huawei, sospechoso de espionaje por las autoridades estadounidenses. “Esto se califica ya en algunos medios como la primera guerra tecnológica de la época digital que ahora comienza”, afirmó.
El gobierno de Donald Trump prohibió a compañías norteamericanas venderle componentes de alta tecnología a Huawei aduciendo razones de seguridad nacional. El presidente estadounidense inclusive sugirió a los aliados como Alemania que no permitan que China desarrolle la tecnología 5G en sus países, porque eso le permitiría a la inteligencia china acceder a información sensible.
El 5G es la red celular de próxima generación que ofrece una mayor velocidad de transferencia de datos, como las que utilizan tecnologías avanzadas: la conducción automática de automóviles, los diagnósticos médicos remotos o todo tipo de pagos con el teléfono.
El presidente Xi Jinping afirmó que China está dispuesta a “compartir” la tecnología 5G con todos sus socios pese a la desconfianza que genera Huawei. “China está dispuesta a compartir con todos su socios sus inventos y sus conocimientos tecnológicos, en particular la tecnología 5G”, declaró Xi en el Foro.
El miércoles, al margen del encuentro entre los dos presidentes en la capital rusa, se anunció la firma de un acuerdo entre Huawei y la compañía rusa MTS para desarrollar la red 5G en el país durante el próximo año.
“Creemos que en un futuro cercano, el 5G de China será líder en el mundo”, afirmó la compañía china en Weibo, el Twitter chino, al comentar la decisión de Beijing de autorizar a otras cuatro operadoras a desarrollar la 5G en el país.