El partido republicano no gana para disgustos. Mientras John McCain sigue perdiendo puntos frente a Barack Obama, Sarah Palin –número 2 de la fórmula presidencial republicana y gobernadora del estado de Alaska- no para de generar controversias.
Su incapacidad para responder de forma políticamente correcta a las preguntas de los periodistas ya fue demostrada hasta el hartazgo por varios canales de televisión (el caso más famoso es el de la entrevista de Katie Couric). Sin embargo, su más reciente aparición en el canal hispano Univisión volvió a dejar claro que cada vez que Palin abre la boca, se pudre.
Esta vez, el escándalo fue consecuencia de los dichos de la candidata respecto del presidente venezolano Hugo Chávez, a quien calificó de “ dictador” y a quien amenazó con “ sanciones económicas”.
Sin embargo, se ve que aprendió la lección de uno de los errores políticos más graves que cometió hasta ahora cuando hace algunas semanas cuando afirmó que McCain estaría dispuesto a ir a la guerra con Rusia si su presidente volvía a invadir Georgia.
Esta vez, durante la entrevista Univisión, aseguró que " la acción militar tiene que ser la última opción siempre, con cualquiera de los problemas y desafíos que tenemos alrededor del mundo".
"Queremos, a través de las negociaciones, y las sanciones, de ser necesario, presionar a dictadores como Hugo Chávez para que vean que no se van a poder meter con Estados Unidos de la forma que ellos quieren", sostuvo Palin, quien aseguró Chávez quiere usar el petróleo "como un arma".
Con respecto a la inmigración ilegal, un tema ríspido para los políticos, la candidata vicepresidencial republicana sostuvo que reforzaría las fronteras estadounidenses. En la entrevista en el canal hispano, Palin se mostró contraria a permitir que los indocumentados obtengan licencias de conducir y defendió la continuidad de las redadas.
La política de McCain en materia de inmigración se tornó más conservadora de camino a la Casa Blanca. Como senador, el aspirante republicano buscó regularizar a los inmigrantes indocumentados aunque apoyó la construcción del muro en la frontera de México. Su programa electoral ahora está más influenciado por las bases conservadoras.