El estallido social que se desató en Chile contra los aumentos y en reclamo de una nueva Constitución no cesa. La escalada de violencia hizo que el presidente Sebastián Piñera declarara el estado de emergencia y algunos ponen en duda su continuación en el cargo y hasta le reclaman que dé un paso al costado, aunque él se muestra seguro de finalizar su mandato.
El mandatario chileno concedió la primera entrevista desde el inicio de la crisis al medio británico BBC. En la nota con las enviadas especiales Katy Watson y Fernanda Pau descartó que deje la presidencia antes de lo previsto: “Por supuesto que voy a llegar al fin de mi gobierno. Fui elegido democráticamente por una enorme mayoría de chilenos y tengo un deber y compromiso con esos que me eligieron y con todos los demás”, consideró Piñera.
En ese sentido, sostuvo que quien quiera puede llevar a cabo una acusación constitucional en su contra, pero se mostró seguro de que “ ninguna de ese tipo de acusaciones va a prosperar”.
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Al ser consultado por qué autocrítica realiza su gestión, el jefe de Estado manifestó: “Muchas. Por de pronto, nadie predijo o tuvo la sensibilidad para darse cuenta de esto. No escuchamos con suficiente atención, no entendimos con suficiente claridad el mensaje. Y esta no es una crítica solamente al gobierno, esto se viene acumulando hace décadas”.
El mandatario chileno justificó su decisión de llevar a los militares a las calles: “Esa violencia no puede ser admitida, no está dentro de la ley. Tuvimos que usar herramientas democráticas y constitucionales, como el decretar el estado de emergencia, para restituir el orden público y proteger a nuestros ciudadanos. Una historia muy diferente son las manifestaciones legítimas y las protestas de los ciudadanos chilenos. Por supuesto que las personas tienen derecho a protestar. Y reconocemos eso y protegemos ese derecho porque es parte de nuestra democracia”.
Con respecto a ello, Piñera aseveró que se tomaron todas las precauciones necesarias al llamar al estado de emergencia como convocar al instituto nacional de derechos humanos, se establecieron las reglas de uso de la fuerza y se contactaron con la fiscalía para ordenar que investiguen cada cada presunto delito o uso excesivo de la fuerza.
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"Por supuesto, hay quejas sobre el uso excesivo de la fuerza y los derechos humanos. Si eso sucedió, puedo garantizar que será investigado y procesado por nuestro sistema tradicional. No habrá impunidad. Ni con las personas que prendieron fuego a los supermercados y a la mayoría de nuestras estaciones de metro, ni con aquellas que eventualmente cometieron un exceso de uso de la fuerza o el crimen. Así es como lo haremos en una sociedad democrática como la nuestra", consignó el presidente chileno.
No obstante, Piñera dijo que a raíz de las decisiones que tomó, como declarar el estado de emergencia, una agenda social y cambios en su gabinete, el ambiente en el país es "más pacífico, con más control sobre el orden público y más seguridad ciudadana".
El mandatario expresó que se necesitan "unidad, acuerdos, grandeza, responsabilidad" dado que su fuerza tiene minoría y necesita el apoyo de la oposición para impulsar los proyectos. En esa línea, afirmó que tras restaurar el orden público "estamos dispuestos a conversarlo todo, incluyendo una reforma a la constitución".
B.D.N./FeL