La reina Isabel II, enfrentada a la renuncia de dos de los miembros más jóvenes y populares de la realeza británica, acordó el lunes establecer un "periodo de transición" para que el príncipe Enrique y su esposa, Meghan Markle, abandonen sus funciones reales como desean. Una salida muy british a un conflicto inesperado en la monarquía: que uno de sus miembros ya no quiera ser parte de la familia.
1. Qué quieren los duques de Sussex
Conmocionando al país y sorprendiendo a la familia real, con la que no habían consultado, Enrique de 35 años y Meghan de 38, duques de Sussex, anunciaron la semana pasada que abandonaban sus funciones como miembros de primer plano de la realeza, pese a no renunciar a sus títulos nobiliarios y seguir "apoyando a la reina", pudiéndola representar si necesario en actos oficiales o el extranjero.
Explicaron que saldrían del sistema oficial de cobertura mediática, dividirían su tiempo entre el Reino Unido y Norteamérica y buscarían una poco clara "independencia financiera".
En opinión de David McClure, experto en finanzas reales, su deseo de vivir como príncipes pero disfrutando de los privilegios de los ciudadanos anónimos sería una "mezcla tóxica". Y la opinión pública vería con desagrado esta decisión: pese a su popularidad una mayoría estima que deberían renunciar a todo apoyo económico de la realeza y que Enrique ya no debería figurar en la línea de sucesión al trono.
2. Qué respondió la reina
"Aunque hubiéramos preferido que hubieran seguido trabajando como miembros de la Familia Real a tiempo completo, respetamos y comprendemos su deseo de vivir una vida más independiente como familia sin dejar de ser una parte importante de mi familia", afirmó en un comunicado la reina, que a sus 93 años y con 68 años de reinado ha enfrentado más escándalos familiares que cualquier otro monarca.
Así, tras "unas conversaciones muy constructivas" manifestó su "apoyo absoluto al deseo de Enrique y Meghan de crear una nueva vida". "Enrique y Meghan han dejado claro que no quieren depender de los fondos públicos para sus nuevas vidas (...) Por consiguiente hemos acordado que habrá un periodo de transición en el que los duques de Sussex pasarán tiempo en Canadá y en Reino Unido", explica el comunicado de la monarca.
"Son cuestiones complejas que debe resolver mi familia y queda trabajo por hacer, pero he pedido que en los próximos días haya una decisión definitiva", concluye el texto.
Los duques "no quieren depender de los fondos públicos en sus nuevas vidas", dijo la reina, explicando que se trata de "asuntos complejos de resolver" por lo que se acordó establecer un "periodo de transición" cuya duración no precisó. "Hay algo más de trabajo por hacer, pero he pedido que se tomen decisiones finales en los próximos días", aseguró.
3. Títulos: ¿es posible abandonar la realeza?
Para asegurar la supervivencia de la institución, la monarquía británica fue históricamente despiadada con aquellos miembros que rompieron las reglas. De esta forma, tras abdicar al trono en 1936 para casarse con Wallis Simpson, una plebeya estadounidense dos veces divorciada, el rey Eduardo VIII (tío de Isabel II) pasó el resto de su vida en el exilio en Francia.
El asunto de los títulos será una cuestión importante para los duques de Sussex si quieren llevar una vida “normal” e “independiente” de la casa real. La esposa de Eduardo VIII jamás recibió el tratamiento de Alteza Real, aunque se le permitió ser titulada Duquesa de Windsor, en el caso del príncipe Harry podría tener que renunciar a ese trato, aunque no sería una condición renunciar a sus derechos sucesorios al trono.
Existen casos, como el de Martha Luisa (hija de los reyes de Noruega), las hermanas de la reina Beatriz de Holanda o del rey de Suecia, en que las personas renunciaron a su estatus real y a la subvención proveniente de las arcas del Estado, pero no a sus títulos, para llevar una vida más corriente.
La madre de Harry, la princesa Diana, fue despojada de su estatus de Alteza en 1996, cuando se divorció de Carlos pero conservó el título de Princesa de Gales. También lo fue Sarah Ferguson, cuando se divorció del príncipe Andrés, el tercer hijo de la reina Isabel, por dejar de pertenecer a la casa real. Andrés, por su parte, se vio recientemente obligado a retirarse de la vida pública debido a su relación con el financiero estadounidense Jeffrey Epstein, acusado de pederastia y muerto en una cárcel de Nueva York mientras esperaba a ser juzgado.
4. El exilio: Canadá los espera
La mayoría de los canadienses apoyaría que el británico príncipe Enrique fuera el próximo gobernador general, de acuerdo a una encuesta publicada el viernes cuando su esposa Meghan regresó a Canadá. Un 61% de los canadienses encuestados dijo que apoyarían que Enrique remplace a la actual gobernadora general Julie Payette cuando su mandato expire, dijo el National Post.
El gobernador general, que reside en Ottawa, generalmente sirve por cinco años y sus funciones son principalmente ceremoniales, y existen antecedentes de miembros de la familia real que cumplieron ese rol: el príncipe Arturo, uno de los nueve hijos de la reina Victoria, fue gobernador a principios del siglo XX, al igual que el conde de Athlone, otro miembro de la familia; el incómodo duque de Windsor fue enviado a las Bahamas como gobernador para alejarlo del nazismo en Europa, mientras el duque de Gloucester (otro tío de Isabel II) fue enviado a gobernar Australia.
Los duques de Sussex pasaron con su hijo sus vacaciones de Navidad en Canadá antes de regresar para dar la noticia de que darían un "paso atrás" en sus funciones reales. El periódico Daily Mail reportó que Meghan voló el jueves a Canadá, donde había dejado a su bebé Archie con la niñera y "puede que se quede ahí por ahora", dijo. Cuando era actriz, Meghan vivió en Toronto.
5. La cuestión monetaria
El asunto más importante del factor monetario es sobre quién pagaría la seguridad personal de la familia Sussex y,aunque ministra del interior Priti Patel rechazó hacer comentarios sobre si debía ser financiada por los contribuyentes, dijo que la seguridad es “prioridad”.
Desde 2012, los deberes oficiales de la reina se financian en parte a través de un sistema conocido como Subvención Soberana (“Sovereign Grant”), lo que le proporciona a la monarca una cuarta parte de las ganancias del “Crown Estate”, que son las propiedades públicas reales de Inglaterra, como Londres, el lecho marino del Reino Unido, además de bosques, parques eólicos y la propiedad de Windsor Estate.
"Enrique y Meghan han dejado claro que no quieren depender de los fondos públicos en sus nuevas vidas", dijo la reina.
El “Crown Estate” (un fondo de unos 19 millones de dólares) se utiliza para cubrir el mantenimiento de los palacios, los salarios y otros costos de la familia real, entre ellos el príncipe Harry. “Incluso si los duques de Sussex cortan esos lazos, su gestión difícilmente será independiente de la monarquía en términos económicos”, afirmó Bloomberg News.
Solo 5% de los costos de los deberes oficiales de los Sussex se financia con pagos de la Subvención Soberana. El resto está cubierto por el Ducado de Cornualles, un bien raíz que financia los gastos privados y oficiales del príncipe Carlos. Según la prensa británica, el heredero al trono no estaría dispuesto a seguir entregando dinero a su hijo si abandona sus deberes oficiales.
6. ¿De qué trabajan los príncipes?
Los duques “valoran la capacidad de obtener un ingreso profesional, lo que, en virtud de la estructura actual, tienen prohibido hacer”, explicaron la semana pasada. “Por esta razón, tomaron la decisión de pasar a ser miembros de la familia real con independencia financiera”.
La pareja podría obtener más de US$100.000 cada uno por aparición, dijo Jeff Jacobson, cofundador de la agencia de conferencias Talent Bureau, a Bloomberg. El príncipe podría casi tanto como Barack Obama, quien puede obetener alrededor de US$500.000 por aparición, dice. “Me imagino que van a comenzar a tener estas conversaciones lo antes posible, si aún no lo han hecho”, dice Jacobson, entre cuyos clientes se incluyen Steve Wozniak y Bob Woodward. “Sospecho que ambos entrarán en el circuito, y será una de las principales fuentes de ingresos de Enrique”.
Por lo pronto, la duquesa de Sussex –quien dejó la actuación tras entrar a formar parte de la familia real– fue elegida por la compañía del ratón para interpretar a uno de sus próximos personajes (aún desconocido) de animación.
Según The Times, el acuerdo entre la duquesa y el estudio se firmó poco antes de que, junto a su marido, Markle anunciara su emancipación económica de la casa real, así como viajes más regulares a Estados Unidos. Los beneficios que Markle obtenga de su colaboración con la compañía, sin embargo, se destinarán íntegramente a la organización Elephants Without Borders, la cual se dedica a luchar contra la caza furtiva.