Rodrigo “el Rengo” Díaz llegó hace tres años a Deportes Iquique, donde es figura y referente del equipo del norte chileno. Esta semana, el futbolista argentino –ex Lanús e Independiente– sufrió una de las peores experiencias de su vida: un terremoto de 8,2 grados en la escala de Richter lo hizo temer por su vida. Aquí, su relato en primera persona de lo que vivió:
“El terremoto me agarró en mi departamento con tres compañeros: dos argentinos y uno uruguayo. Fue algo terrible. Estábamos en una península, donde el movimiento se siente mucho más. Si viene el tsunami, ahí no tenés escapatoria. Fue una locura. Estamos acostumbrados a los pequeños temblores y al principio creímos que éste era uno más, pero de pronto se cortó la luz y todo se empezó a derrumbar.
Se caían los muebles y se rajaron todas las paredes. Se prendió la sirena de riesgo de tsunami y nos dimos cuenta de que era grave. En ese momento se te cruza cualquier cosa por la cabeza. Sobre todo la familia, que gracias a Dios no estaba acá. Abrimos todas las puertas y nos metimos abajo de un marco. En cuanto pudimos, rajamos para la zona de evacuación que estaba a cinco o seis cuadras. Sabíamos que teníamos entre 20 y 30 minutos para llegar ahí antes de que pudiera venir la ola gigante. Los refugios en el cerro estaban llenos de carabineros. Esa noche nos quedamos en lo de un dirigente del club, en una zona alta. Al día siguiente hubo réplicas fuertes y no pudimos pegar un ojo en toda la noche”
