INTERNACIONAL
veinte años después

Simbólico: hoy asumiría el nuevo gobierno talibán

20210911_mullah_akhund_taliban_afganistan_afpcedoc_g
Mullah. Akhund, nuevo premier. | afp/cedoc

A 20 años de los atentados que desencadenaron la invasión estadounidense que los sacó del poder, los talibanes regresaron tras una avasalladora ofensiva y tratan de consolidar su control del país, en e que se reanudaron los vuelos de evacuación de ciudadanos. 

El jueves un avión con un centenar de extranjeros y afganos a bordo aterrizó en Doha y ayer otro vuelo con dirección a Qatar despegó con 49 franceses y miembros de sus familias a bordo.

Las personas evacuadas el jueves fueron las primeras que pudieron salir del país desde que se puso fin a las evacuaciones masivas y caóticas, en las que se marcharon 123.000 personas en dos semanas, justo antes de que las tropas extranjeras concluyeran su retirada de Afganistán.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Esta reanudación de los vuelos concreta una promesa que según el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, hicieron los talibanes a interlocutores extranjeros: que las personas que quieran dejar el país, puedan hacerlo. Ayer hubo afganos que acudieron a la zona del aeropuerto con la esperanza de poder subirse a un avión y huir de los talibanes. “Si no puedo marcharme, mátame y ya”, decía una mujer acompañada por sus hijos a los talibanes que le cortaban el paso. “Yo soy talibán y no mato a la gente. No comprendo a las personas. ¿Por qué no se quedan y trabajan? Esto es de locos”, respondió el responsable talibán a la entrada del aeropuerto.

El gobierno estadounidense reconoció el jueves que los talibanes habían mostrado “flexibilidad” y habían sido “profesionales” sobre la organización de estos vuelos. Por su parte, la Unión Europea ya discute con las nuevas autoridades afganas la vuelta de un pequeño grupo de diplomáticos europeos a Kabul, necesario para lograr nuevas evacuaciones y facilitar la llegada de ayuda humanitaria al país.

Excusas. No se sabe cómo el movimiento islamista, que anunció esta semana la composición de su gobierno, recordará hoy el vigésimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, que marcaron el inicio de la ofensiva norteamericana que puso fin a su gobierno (1996-2001).

Informaciones no confirmadas apuntan que organizarán una ceremonia de toma de posesión del nuevo gobierno, que provoca recelo en la comunidad internacional, que no lo considera representativo de la sociedad afgana ya que está compuesto únicamente por talibanes hombres de la etnia pastún.

En Estados Unidos, el aniversario tendrá un regusto amargo ya que el país perdió unos 2.500 soldados en 20 años de presencia militar en Afganistán y gastó unos 2 billones de dólares en el país y finalmente el país volvió a manos de quienes habían echado del poder en 2001 en cuestión de semanas.

En la memoria de muchos afganos, el 11 de septiembre de 2001 se recuerda vinculado a la muerte de Ahmad Shá Masud, héroe de la resistencia durante la invasión de la Unión Soviética en los años 1980 y contra los talibanes, asesinado por Al Qaeda el 9 de septiembre de 2001.

Al cabo de unos días, los afganos se enteraron de que Al Qaida y su líder, Osama bin Laden, quien vivía escondido en su propio país, habían organizado los atentados. Los estadounidenses culparon a los talibanes, en el poder desde 1996, de haber protegido al grupo terrorista yihadista.

“No pensé que Estados Unidos atacaría Afganistán en represalia” por lo ocurrido, recuerda Abdul Rahman, un ex funcionario. “Para mí, Estados Unidos era muy lejano”.

Frente a la negativa de los talibanes a entregarles a Bin Laden, Estados Unidos invadió Afganistán al frente de una coalición y en pocas semanas derrocó al régimen islamista. “Buscaron una excusa para venir a Afganistán. Era una excusa para ocupar esta tierra”, acusa Abdul Samad, bibliotecario de Kandahar.