Por primera vez en diez años, los sindicatos italianos se unieron en las calles para protestar contra el desempleo y el esquema fiscal vigente. Las centrales mayoritarias CGIL, CISL y UIL lograron reunir a más de 100 mil personas ayer en Roma para participar en una marcha que finalizó en la Plaza de San Juan, donde todos los líderes sindicales dieron hablaron juntos.
La secretaria general de CGIL, Susanna Camusso, explicó sin rodeos por qué los sindicatos realizaron una acción conjunta que no se vio en una década en Italia: “Estamos en la calle porque el país necesita respuestas rápidas. Las medidas del Gobierno no van bien: son constantes anuncios que no se traducen en un cambio real. Es necesario frenar la caída libre de la economía italiana”.
Los reclamos se centran en medidas más eficaces contra el desempleo, que alcanzó un máximo histórico de 12% a nivel general y de 40% entre los jóvenes, y un esquema fiscal más justo. Italia se encuentra en recesión desde fines de 2011.
El nuevo secretario general del Partido Democrático (PD), el socialista Guglielmo Epifani, se unió a la marcha a pesar de que el actual gobierno de coalición italiano está presidido por un miembro de su partido, Enrico Letta. El centroizquierdista PD está en una situación incómoda: aunque en las calles dice estar “con los trabajadores”, en el Parlamento se ve obligado a acordar con el Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi, una amenaza permanente a la estabilidad.
El jueves, en una larga conferencia ante la prensa extranjera, Letta aseveró que todos sus esfuerzos se centran en luchar contra el desempleo, sobre todo juvenil, y en convertir a Italia en un país confiable para los inversores extranjeros. Llegó a calificar algunas de sus primeras medidas como “revolucionarias”. Al parecer, los sindicatos no opinan lo mismo.
Camusso aseguró que “la prioridad debe ser una restitución fiscal a los empleados y los pensionistas”, y pidió examinar inmediatamente cuestiones como las inversiones, la redistribución de los ingresos y la recuperación del consumo.
“En el terreno del trabajo se pueden hacer cosas importantes sin recursos, tales como una cláusula social en los contratos y garantizar que los trabajadores no pierdan su lugar de trabajo”, completó la líder sindical italiano.