En Singapur ahorcaron hoy a dos africanos condenados por tráfico de drogas, entre ellos un futbolista nigeriano de 21 años, por quien hubo pedidos de clemencia de su país y de las Naciones Unidas.
El nigeriano Iwuchukwu Amara Tochi, 21 años, y Okeke Nelson Malachy, 35 años, juzgado "apátrida" por Singapur pero considerado como sudafricano por Amnistía Internacional, fueron ahorcados hoy, indicó el Servicio Central de Estupefacientes.
Tochi fue detenido el 27 de noviembre de 2004 en el aeropuerto de la ciudad Estado con 727 gramos de heroína en su poder. Malachy fue condenado por complicidad. El ahorcamiento de Malachy no había sido anunciado antes, pero el de Tochi suscitó varios pedidos de clemencia, en particular de las Naciones Unidas.
Ningún pariente o allegado de Tochi pudo afrontar los gastos de un viaje a Singapur para acompañarlo en sus últimos momentos, pero activistas por los derechos humanos y simpatizantes realizaron una vigilia frente a la prisión.
Según la ley singapurense, la pena de muerte es automática para toda persona hallada culpable de narcotráfico y que sea encontrada con 15 gramos de heroína, 30 de cocaína o 500 de canabis.