afp/dpa desde Damasco
El acuerdo entre los Estados Unidos y Rusia para desarmar al régimen sirio de Bashar Al Assad comenzó a dar sus incipientes frutos. La Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) anunció ayer en La Haya que Siria entregó una primera lista de sus armas químicas que deben ser destruidas, tal como prevé el trato al que llegaron Damasco, Washington y Moscú.
De esa forma, el gobierno sirio comenzó a facilitar a la comunidad internacional información sobre su arsenal químico. Por el momento, el régimen de Al Assad remitió información “inicial” al organismo internacional, cuya secretaría técnica ya está traduciendo y analizando la documentación.
El vocero de la OPAQ, Michael Luhan, no quiso entrar en detalles sobre el contenido del dossier ni indicó el tiempo que necesitarán los expertos para estudiarlo.
Por el momento, el Consejo Ejecutivo de la organización ha decidido posponer la reunión que tenía prevista para mañana, en la que se iba a abordar la cuestión siria y en la que se discutirían los detalles y el cronograma para destruir las armas químicas. “Una nueva fecha será anunciada cuanto antes”, indicó la OPAQ en un comunicado.
El encuentro, que podría celebrarse a lo largo de la próxima semana, deberá servir para que los 41 Estados del Consejo Ejecutivo analicen y voten la propuesta que están preparando los Estados Unidos y Rusia con las precisiones de su plan para eliminar el arsenal sirio. El texto que adopte la OPAQ serviría después como base para una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, según el pacto negociado entre el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
El plan diplomático para Siria, diseñado después de que Damasco aceptara poner sus armas bajo control internacional para evitar una intervención militar, prevé el envío de inspectores internacionales a Siria para que lleven a cabo una primera inspección antes de noviembre. En ese mes deberían destruirse también los equipos de producción de gases químicos, mientras que la eliminación completa de las armas químicas se llevaría a cabo, como máximo, en la primera mitad del próximo año.