Tokio.- Al menos una persona murió hoy y 163 resultaron heridas, 12 de ellas gravemente, en la costa oeste de Japón en un violento sismo, de magnitud 6,9 en la escala de Richter, que provocó múltiples daños, según un balance provisional de la Agencia de Gestión de Desastres.
El número de víctimas podría aumentar en las próximas horas, advirtió la Agencia. Un centenar de réplicas se sintieron tras esta sacudida inicial. La más fuerte, ocho horas después, alcanzó un grado de 5,3 en la escala de Richter.
El principal sismo, que se produjo a las 09h42 (00h42 GMT), tuvo su epicentro a una profundidad de 11 km en el mar de Japón, a unos 40 km de la pintoresca península de Noto (300 km al noroeste de Tokio), precisó la Agencia Meteorológica Japonesa.
Inicialmente estimado en 7,1, la magnitud del sismo fue rebajada posteriormente a 6,9. Una mujer de 52 años falleció aplastada en su jardín por una linterna de piedra, objeto tradicional de decoración, informó la policía. Los 163 heridos fueron atendidos en hospitales de la región, donde continúan afluyendo personas.
El ayuntamiento de Wajima, ciudad de 25.000 habitantes situada en el corazón de la zona más afectada, indicó que 1.093 residentes habían sido evacuados de sus casas.
Un total de 25 inmuebles fueron completamente destruidos y 200 se desplomaron parcialmente. Alrededor de 3.000 hogares se quedaron sin agua corriente. "Las sacudidas han sido realmente terribles", declaró Masahiro Onishi, un responsable del ayuntamiento de Wajima, que añadió que a pesar de ello no se dieron escenas de pánico.
"Seguimos sintiendo réplicas, pero la gente se comporta de forma ordenada", se felicitó este responsable. "Nunca había sufrido un terremoto como éste. Sentí una potente sacudida procedente de las profundidades de la tierra cuando estaba en mi cocina y el techo se derrumbó detrás mío", explicó Sachiko Tanaka, gerente de una pensión familiar en Wajima.
"Afortunadamente, no ha habido heridos porque nuestros clientes acababan de marcharse. Pero las linternas de piedra en el jardín cayeron y una ventana voló en pedazos", explicó esta mujer. Como en casos de sismo mayor, la oficina del primer ministro, Shinzo Abe, puso en marcha una célula de crisis para coordinar las operaciones.
Poco después del sismo, se lanzó una alerta de tsunami en las costas de la península de Noto. La alerta, sin embargo, se levantó al cabo de dos horas sin rastros de maremotos espectaculares. Las comunicaciones en la región se hallan seriamente afectadas. El tráfico ferroviario quedó totalmente interrumpido, el aeropuerto local está cerrado por las grietas en las pistas de aterrizaje y numerosas carreteras se encuentran cerradas por los desprendimientos.
Fuente: AFP