Rusia realizó ayer ejercicios militares con disparos de misiles en el mar Negro, generando la alarma de la ONU por el agravamiento de las tensiones desde la retirada de Moscú del acuerdo que le permitía a Ucrania exportar granos por esa vía, donde circulan muchos barcos civiles de varios países.
“Se debe evitar a toda costa cualquier riesgo de que se extienda el conflicto como resultado de un incidente en el mar Negro”, que “podría tener consecuencias catastróficas para todos nosotros”, afirmó ante el Consejo de Seguridad la subsecretaria general de Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo.
El Ministerio ruso de Defensa informó que su Flota del mar Negro disparó misiles de crucero, que destruyeron “un barco utilizado como blanco en la zona de entrenamiento al combate, en el noroeste del mar Negro”.
El Kremlin había advertido el miércoles que consideraría como posibles objetivos militares a los barcos de carga con destino a Ucrania.
Ucrania anunció a su vez el jueves que también consideraría a los navíos que se dirigen hacia los puertos controlados por Rusia como posibles naves de transporte de material militar, “con todos los riesgos asociados”.
Las tensiones se intensificaron después de que Moscú pusiera fin el lunes al acuerdo que facilitaba la exportación de cereales desde los puertos ucranianos del mar Negro.
Rusia bombardeó el viernes por cuarta noche consecutiva la región ucraniana de Odesa, en el sur del país, y sus silos de grano, según las autoridades locales.
Advertencia de Kiev. Kiev acusa Moscú de apuntar específicamente contra este tipo de infraestructuras, con el objetivo de impedir cualquier reanudación de las exportaciones. Tras la expiración del acuerdo, Ucrania aseguró que estaba preparada para seguir exportando cereales por vía marítima y pidió a la ONU y los países vecinos establecer un corredor seguro para la navegación.
Las fuerzas de Moscú “destruyeron 100 toneladas de arvejas y 20 toneladas de cebada”, además de herir a dos personas, denunció el gobernador local, Oleg Kiper.
Los puertos de Odesa y Mikolaiv ya habían sido blanco de bombardeos la madrugada del jueves. Los ataques dejaron al menos tres muertos y una veintena de heridos. El ejército ruso asegura que solo apunta a sitios militares, como lo ha hecho a lo largo de todo el conflicto.
La ONU, que desempeñó un papel de mediador en la negociación del pacto cerealero sellado en julio de 2022, lanzó una advertencia sobre las consecuencias de estas tensiones en los precios alimenticios.
“Ya vemos un efecto negativo en los precios mundiales del trigo y el maíz, lo que perjudica a todos, pero especialmente a las personas vulnerables del sur del mundo”, declaró Stéphane Dujarric, el portavoz del secretario general de Naciones Unidas.
El viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Verchinin, dijo a su vez: “Entendemos los temores que pueden sentir nuestros amigos africanos, es comprensible y se tomará en cuenta”.
Moscú dijo que está dispuesto a reactivar el acuerdo, pero solo si se respeta la “totalidad” de sus demandas, que incluyen levantar los obstáculos a la exportación de fertilizantes rusos.
Bombas de racimo. En el frente, dos niños de 10 y 16 años murieron por proyectiles lanzados por los rusos en el pueblo de Druzhba, en el este de Ucrania, anunció el gobernador regional Pavlo Kyrylenko.
También murió una pareja por lanzamientos de cohetes Grad en Kostiantynivka, indicó la misma fuente unas horas antes. En el norte, el gobernador de la región de Chernígov, Vyacheslav Tchaous, dio parte de la muerte de un empleado de un centro cultural golpeado por un bombardeo ruso. También se encontró el cuerpo de una mujer bajo los escombros, indicó.
Las fuerzas ucranianas empezaron a usar las bombas de racimo suministradas por Estados Unidos para intentar acelerar su lenta contraofensiva lanzada hace un mes, según la Casa Blanca. Estas controvertidas armas dispersan cientos de pequeños explosivos y están prohibidas en varios países por la amenaza que suponen para los civiles.
El presidente Vladimir Putin afirmó ayer que la contraofensiva ucraniana no dio por el momento “ningún resultado” y que los “colosales recursos” en armas suministrados a Ucrania por sus aliados occidentales no estaban teniendo efecto en el frente.
Putin advirtió además que Moscú usará “todos los medios” a su disposición para proteger a Bielorrusia, su aliado, de posibles ataques.
“Una agresión contra Bielorrusia equivaldrá a una agresión contra la Federación de Rusia”, señaló durante una reunión de su Consejo de Seguridad, retransmitida por televisión.