El triunfo de Obama en Carolina del Norte, donde había 115 delegados en juego, fue más contundente de lo esperado. Las encuestas le daban una ventaja de ocho puntos, pero su triunfo terminó siendo por 14: se llevó el 56 por ciento de los votos, por el 42 por ciento de Clinton.
Por el contrario, la victoria de Clinton en Indiana (72 delegados) fue tan ajustada que hubo que esperar más de seis horas después del cierre de las urnas para conocer que la ex primera dama se impuso por apenas 22.000 votos de diferencia. Ella se llevó el 51 por ciento, mientras que Obama acumuló el 49 por ciento.
Cuando los resultados se confirmaron, ambos aspirantes ya se habían dirigido a sus seguidores varias horas antes y los dos dieron por hecho que Clinton obtendría el triunfo en Indiana. Clinton no sólo dejó claro que seguir en la carrera, sino que se mostró convencida de que el triunfo en Indiana es el punto de inflexión en una carrera en la que ella llegar primera a la meta. "Ahora es a toda velocidad hasta la Casa Blanca", aseguró ante sus enfervorizados seguidores.
Obama no se olvidó de recordar que Carolina del Norte es "un estado grande". Uno de los argumentos de Clinton para mantenerse en carrera pese a su casi insuperable desventaja en el recuento de delegados es que ella ganó los "estados grandes" como California, Texas, Ohio, Pennsylvania, Nueva Jersey y Nueva York. Los resultados de hoy, en realidad, no cambian el panorama básico de la carrera. Obama incluso aumentó su ventaja en el recuento de delegados y en el voto popular.
Ninguno de los dos triunfos de fue sorprendente. Las encuestas acertaron en el ganador de cada estado, pero erraron en el margen de los triunfos: fue mayor de lo esperado el de Obama y mucho menor de lo previsto el de Clinton. En Carolina del Norte, Obama contó con la inestimable ayuda de la población negra, que representa aproximadamente el 30 por ciento del estado. Como hasta ahora en otras citas, los negros apoyaron masivamente (92 por ciento) al primer afroamericano con posibilidades reales de alcanzar la Casa Blanca. En Indiana Clinton siguió dominando entre los blancos (80 por ciento de la población) y las personas con menos educación e ingresos. Sin embargo, su superioridad no fue tan amplia como en Pennsylvania y Ohio, otros estados con una población mayoritariamente trabajadora.