Hace días que hay extrema tensión entre iraníes y estadounidenses en el estratégico Estrecho de Ormuz, ubicado entre el Golfo de Omán y el Pérsico, clave para la distribución mundial de petróleo. Una zona donde los buques tanques petroleros circulan como si fuera los automóviles en la avenida 9 de Julio de Buenos Aires.
Los iraníes hace tiempo están preparándose para una posible asonada militar norteamericana-israelí. Mientras persisten las dudas sobre su programa nuclear, en Estados Unidos y Europa sienten que la presión es la única manera de generar un cambio en Teherán.
Ante una posible nueva andanada de sanciones económicas contra sus instituciones financieras centrales los iraníes le advirtieron a los Estados Unidos que podrían rápidamente cerrar el paso de Ormuz en una acción “tan fácil como tomarse un vaso de agua”.
Estados Unidos les respondió inmediata y contundentemente vía el Comandante de la V Flota, que opera en la región: “No permitiremos toda acción que quiera interrumpir la libre navegación”. La amenaza norteamericana a la vez recibió por parte de Irán una nueva diatriba: “EE.UU no pueden controlar nuestras decisiones, una amenaza será respondida con otra amenaza”.
Así las cosas, los iraníes están desplegando cerca de Ormuz un intenso entrenamiento naval utilizando lanchas rápidas, submarinos y algunas fragatas que disponen. Observadores norteamericanos también han informado que en sus costas los iraníes también han desplegado baterías móviles con cierto poder de fuego. También Irán ha filmado y fotografiado discrecionalmente desde el aire al portaaviones norteamericano de la V Flota John Stennis, para luego mostrar las imágenes en su TV local. Y para agregar mayor tensión, se ha informado en un comunicado que en dicho ejercicio naval, los iraníes van a probar “algunos misiles de mediano alcance”.
En forma de respuesta ayer Estados Unidos relanzó un programa de ventas de aviones a Arabia Saudita -un enemigo claro de Irán en la región-, al cual le venderán unas cuantas decenas de equipados aviones F-15.
Los analistas creen que el año 2012 podría ser de altísima tensión, considerando la próxima elección norteamericana. A la vez, los expertos creen que Irán se encamina ciertamente a lograr poder
nuclear, y estaría cruzando ciertas “líneas rojas” generando un desequilibrio regional que luego va a ser muy difícil de reencauzar.
Ormuz puede ser la excusa del inicio de una operación militar dicen los estrategas militares. Habrá que seguir atentamente lo que allí pueda pasar, hora tras hora, día tras día.
(*) Especial para Perfil.com