El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anticipó este martes que la OTAN tomará el control de las operaciones militares en Libia los próximos días. La decisión se produce en medio de crecientes dudas entre los aliados europeos y críticas internacionales sobre la extensión de las operaciones.
Mientras tanto, continuaron los ataques a diversas posiciones del gobierno libio, aunque la magnitud de los daños es incierta aún. Según un vocero del régimen, los embates de anoche de la coalición alcanzaron aeropuertos militares y bases navales en las ciudades de Trípoli, Al Zawiya, Misrata, Sirte y Zebha.
Europa continuó dividida sobre si la operación militar debería ser comandada por la OTAN, luego de que Turquía se negara a avalar la participación de la alianza e Italia amenazara con dejar de prestar bases. A la par, Francia se niega a que la alianza tome el comando de la operación.
"Habrá una transición" en el mando, subrayó Obama en Chile. "El Pentágono informará", añadió Obama. Insistió que las aspiraciones "africanas de democracia deben cumplirse" y que el líder libio Muammar Kadafi "tiene que irse".
Desde Moscú, sin embargo, el jefe del Pentágono, Robert Gates, agregó que la "destrucción" de Kadafi no es objetivo de las fuerzas de la coalición, sino la liberación del pueblo libio. "Todos saben que el pueblo libio estará en mejor sin Kadafi, pero es una cuestión que deben decidir los libios", acotó.
Antes el inicio de los ataques en Libia, existía una extendida expectativa de que la operación iba a ser supervisada por la OTAN, y la naturaleza improvisada de los bombardeos por una coalición norteamericano-europea generó cuestionamientos.
El primer ministro de Rusia, Vladimir Putin, fustigó los ataques lanzados hasta ahora por una coalición integrada por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido. "La resolución del Consejo de Seguridad (que autorizó el ataque a Libia) es defectuosa y viciosa, permite todo y recuerda la convocatoria medieval a una cruzada", dijo Putin.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, dejó abierto un resquicio al apoyo de Ankara a un esfuerzo de la OTAN, pero limitada. "Debería entrar a Libia sólo para determinar que Libia pertenece a los libios y no para distribuir sus recursos naturales y riquezas a otros", dijo Erdogan .
La participación de la OTAN en una acción militar en Libia requeriría del aval de los 28 miembros de la alianza atlántica. Francia, aunque aislada, considera que si la OTAN dirige la intervención, los países árabes no querrán participar, peor aún, terminarán denunciándola.