El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, tuvieron este fin de semana una tensa charla telefónica por los refugiados en territorio australiano que el expresidente Barack Obama se había comprometido a recibir. Trump terminó la conversación, 35 minutos antes de los tiempos pautados que habían sido establecidos, molesto por este acuerdo para recibir a los 1.250 refugiados.
Según el diario The Washington Post, Trump le dijo a Turnbull que el acuerdo al que había llegado con Obama era “el peor acuerdo de la historia” y se quejó de que, de cumplirlo, lo iban a “matar” políticamente en Estados Unidos.
Cuando se dio a conocer lo sucedido, Trump envió un mensaje desde su cuenta de Twitter en el que califica de “tonto” el acuerdo en cuestión.
El magnate había acusado a Australia de querer exportar “al próximo atacante de Boston” (en referencia a los terroristas que atentaron en 2013 durante una maratón en esa ciudad).
Fuentes del gobierno australiano confirmaron a la emisora de radio Abc que los mandatarios habían mantenido una conversación “muy tensa” y más breve de lo previsto.