INTERNACIONAL
por los precios máximos

Ucrania busca destruir la economía rusa afectando sus ventas de petróleo

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Donetsk. Siguen los durísimos combates en el este del país. | afp

Ucrania auguró ayer que el tope de precios al petróleo hundirá a Rusia, que rechazó tajantemente esa medida, decidida por las potencias occidentales.

Las autoridades ucranianas llamaron por su lado a la población a “aguantar” las privaciones impuestas por los bombardeos contra sus centrales energéticas.

“Siempre alcanzamos nuestro objetivo; la economía de Rusia será destruida, y Rusia deberá asumir la responsabilidad de todos sus crímenes”, afirmó el jefe de gabinete presidencial ucraniano, Andriy Yermak.

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Los 27 países de la Unión Europea (UE), el G7 de las economías más avanzadas y Australia, acordaron el viernes imponer un precio máximo de 60 dólares al barril de petróleo procedente de Rusia, segundo exportador mundial del carburante.

La medida entrará en vigor mañana, junto con un embargo de la UE al crudo ruso, en una nueva vuelta de tuerca de las sanciones aplicadas desde que el presidente Vladimir Putin ordenó a sus tropas invadir Ucrania, el 24 de febrero.

El G7 (Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Japón) aseguró que pretende de ese modo “evitar que Rusia obtenga ganancias de su guerra agresiva contra Ucrania” y “apoyar la estabilidad en los mercados energéticos mundiales”.

Rusia rechazó tajantemente esas limitaciones. “No aceptaremos ese tope”, declaró el portavoz presidencial Dmitri Peskov, agregando que Moscú estaba “analizando” la medida.

“Tenemos que aguantar”. Los bombardeos rusos de las últimas semanas contra las infraestructuras energéticas de Ucrania privaron a millones de familias de luz, agua y calefacción, en momentos de rápido enfriamiento de las temperaturas por la llegada del invierno boreal. “Tenemos que aguantar”, dijo el gobernador de la región sureña de Mykolaiv, Vitaliy Kim, en Telegram.

Putin estimó que esos bombardeos son “necesarios e inevitables ante los ataques provocadores de Kiev”, indicó el Kremlin el viernes. 

Según Putin, Ucrania es responsable de las explosiones que a inicios de octubre destruyeron parcialmente el puente ruso de Crimea, lo cual habilitaría a Rusia a bombardear infraestructuras energéticas de la exrepública soviética.

Putin volvió a quejarse, en una conversación con el jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, del apoyo financiero y militar occidental que le ha permitido a Ucrania infligir humillantes derrotas a Rusia en el mayor conflicto europeo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Pero la contraofensiva ucraniana dejó aparentemente de avanzar con la misma rapidez. Los combates son especialmente “duros” en el este, porque “los rusos tuvieron tiempo de prepararse” después de los reveses de los últimos tiempos, indicó el gobernador de la región de Lugansk, Serguéi Gaidai.

La situación también es “difícil” cerca de Bajmut, en la región oriental de Donetsk, señala un informe del ejército ucraniano. Los rusos tratan de conquistar esta localidad desde el verano y controlarla representaría un éxito para Moscú tras los repliegues recientes.

El jefe de la oficina presidencial ucraniana, Mykhailo Podolyak, exhortó a los rusos a olvidar la ciudad en el oblast de Donetsk, y prepararse para el tribunal de Yalta, en alusión al tribunal internacional que la Unión Europea ha propuesto para investigar los crímenes de guerra rusos en Ucrania, que ha recibido el apoyo de Estados Unidos. 

“Bakhmut. El Kremlin manda a miles de sus conscriptos, prisioneros, mercenarios y militares” cerca de esta “ciudad que no tiene importancia estratégica”, tuiteó Podolyak. Y “todo para poner a prueba que pueden aún hacer algo. No, no lo lograrán. Olviden Bakhmut y comiencen a prepararse para Yalta, el tribunal de Yalta”, concluyó. 

Donetsk forma parte de la cuenca del Donbás, que Rusia se anexionó a inicios de octubre, aunque hasta ahora no haya conseguido conquistarla íntegramente.

Aun así, Putin pretende realizar una visita a la zona, “en el momento oportuno”, dijo ayer Peskov, reiterando que para Moscú, se trata de “una región de la Federación de Rusia”. 

El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo el jueves que estaba “dispuesto a hablar” con Putin, pero únicamente si el líder ruso buscaba “una manera de terminar la guerra” y retirar sus tropas del país.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que Rusia rechazaba esas condiciones. “La operación militar especial va a continuar”, insistió, utilizando la terminología oficial de Rusia para referirse a la ofensiva en Ucrania.

Ucrania rechaza cualquier negociación con Putin si no se respeta su integridad territorial, lo que incluye la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.